Uruguay: fronteras militarizadas, puentes vallados y policía para reprimir aglomeraciones
En las últimas dos semanas el país vecino tuvo casi la mitad de contagios que en los nueve meses previos. Prohibición de reuniones, suspensión del Carnaval y cierre de fronteras, algunas de las decisiones de última hora.
Las fronteras de Uruguay amanecieron cerradas el lunes, militarizadas y con puentes vallados, para evitar una mayor propagación del covid-19 en el país, que registró por primera vez más casos por millón de habitantes que Argentina.
Además, se empezaron a implementar medidas como limitar el derecho de reunión y prohibir las aglomeraciones.
Este domingo, Uruguay superó a la Argentina en la cantidad diaria de casos confirmados de coronavirus por millón de habitantes, algo que ocurrió por primera vez desde el inicio de la pandemia.
“La ley que se ha aprobado es para cuidar a la gente, la salud y la vida de la gente y por eso hay que asumir una decisión frente a los intereses en juego aun a costa de poder limitar algún derecho como el de reunión, porque está en juego la salud de la población”, dijo el ministro del Interior, Jorge Larrañaga, en una conferencia de prensa a última hora del domingo.
El Gobierno uruguayo anunció las medidas luego de que se registraran diez fallecidos por la enfermedad respiratoria en el fin de semana, lo que significa que casi el 30 por ciento de los 119 decesos ocurridos desde el comienzo de la pandemia tuvieron lugar en los primeros 20 días de diciembre.
Hasta el domingo, Uruguay registró 13.048 casos desde el comienzo de la pandemia de los cuales 7.024 ocurrieron solo en el mes de diciembre.
De esta manera, el país vecino alcanzó y superó a Argentina en cantidad de casos por millón de habitantes (141.3 contra 91.1).
Esto solo se había dado durante las primera semanas desde el comienzo de la pandemia pero fue rápidamente revertido por la expansión del virus en el conglomerado urbano del AMBA durante los meses de invierno. Sin embargo, estos datos ocurren con una tasa de positividad nacional del 31%, frente a una 6,8% charrúa y 161 contra 81,6 testeos cada mil habitantes, respectivamente.
Fronteras militarizadas
Por otra parte, al entrar en vigencia las medidas adoptadas para contener el virus, que durarán 60 días, con la posibildiad que se prorrogue 30 días más, los pasos fronterizos mostraron un paisaje distinto del habitual. Nadie pasaba. Y para asegurarlo, las fuerzas militares se encargaron de mantener todo bajo control.
El ministro de Defensa Nacional, Javier García, señaló este lunes que el cierre de fronteras incluye las entradas por tierra, mar y aire, y admitió que “estas medidas nadie las adopta con alegría, mucho menos en las circunstancias en las que estamos viviendo”.
Sin embargo, aclaró que “están determinadas porque hay que preservar derechos muy importantes y diría que sagrados como el derecho a la vida y la salud”. En el mismo sentido, el ministro del Interior, Jorge Larrañaga, aseguró que debieron “asumir una decisión frente a los intereses en juego aun a costa de poder limitar algún derecho como el de reunión, porque está en juego la salud de la población”.
En tanto, desde el Poder Ejecutivo señalaron que la intención es darles “temporalidad” a las nuevas medidas, que en este caso tendrán una vigencia de 60 días y que podrían ser prorrogadas por otros 30. Sin embargo, el cierre de las fronteras se extenderá hasta el 10 de enero, con excepciones como el transporte de carga o correo y el que implique ayuda humanitaria o sanitaria.
También estarán exentos aquellos ciudadanos uruguayos o residentes legales en el país que hayan sacado pasaje antes del 16 de diciembre.
Puentes vallados
En tanto, para el control de las fronteras con la Argentina y Brasil se dispuso de la presencia de 500 efectivos, mientras que los puentes en el litoral oeste sobre el río Uruguay, división natural con la Argentina, estarán vallados.
Tras el anuncio, el ejército dispuso 15 puestos de control en la frontera con Brasil y 10 con la Argentina, a los que se suman los controles de la Prefectura Nacional Naval.
Uno de los problemas que el ministro García detalló respecto de la frontera con Brasil es el “fenómeno” de la “vida binacional”, en la que ciudadanos viven en un país y trabajan en el otro. En esos casos, aclaró, solicitarán los documentos de identidad y se revisarán los movimientos migratorios.
Intervención policial
Asimismo, el Parlamento del vecino país acaba de sancionar la suspensión del artículo 38° de la Constitución y limitó el derecho de reunión, prohibiendo las concentraciones de personas y estableciendo el cierre de las fronteras
El decreto reglamentario que dispone los protocolos de actuación sostiene que en el caso de la instrumentación del artículo 38 de la Constitución, las autoridades resolvieron que sean los ministerios de Interior, Defensa Nacional, Salud Pública, las Intendencias y la propia Fiscalía, quienes tomen intervención para prevenir y, en su caso, reprimir sobre eventuales reuniones de personas.
Al respecto, el Ministro del Interior uruguayo, Jorge Larrañaga, anunció que la Policía “si bien en principio deben disuadir cualquier aglomeracion, el proceso será gradual y apelarán a que no se generen las dificultades de una intervención directa de la Policía, pero si tenemos que hacerlo, lo vamos a hacer”.
Tampoco se determinó una cantidad máxima de personas que pueden estar juntas. En tal sentido, Larrañaga, explicó que las medidas buscan evitar que se perjudique a la salud; por eso, el Gobierno no delimitó los procedimientos en base a un determinado número de personas reunidas.
En su lugar, las autoridades remarcaron que se actuará cuando se identifique un “notorio riesgo para la salud de la gente”.
En caso de desobediencia, el ministro del Interior anunció que se dispondrán multas que podrán ir desde 38.730 a 1.291.000 pesos uruguayos y que incluso podrá intervenir la Fiscalía bajo la figura de “desacato” a pedido de las autoridades. Las nuevas medidas, tendrán una vigencia de 60 días y podrían ser prorrogadas por otros 30.