El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos puso un pie en la hidrovía

La Administración General de Puertos (AGP) de Argentina firmó un acuerdo con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (United States Army Corps of Engineers), los encargados de las tareas de dragados en las vías navegables norteamericanas, entre otras obras de infraestructura.

Se trata del inicio de un proceso de colaboración conjunta e intercambio de información y gestión, sellado a través de un Memorándum de Entendimiento.

El eje del convenio será la capacitación en temas vinculados con la gestión de puertos y vías navegables, mantenimiento de la navegación y equilibrio ambiental, así como desarrollo de infraestructura, entre otras áreas.

Nueva etapa

“Este es el inicio de una nueva etapa en la gestión de la Vía Navegable, aprovechando los conocimientos técnicos que genera este acuerdo para seguir mejorando en la gestión de recursos, en los sistemas de tecnificación de dragado y balizamiento y para seguir profundizando la capacitación de los cuadros técnicos de la AGP”, señaló el interventor de la AGP, Gastón Benvenuto, durante la firma del acuerdo, junto con el embajador de Estados Unidos, Marc Stanley.

“Esta relación es un ejemplo perfecto de cómo nuestros países pueden conectar expertos técnicos para mejorar la gestión de nuestra infraestructura crítica”, destacó Stanley, tras explicar que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos de América administra la hidrovía del río Mississippi, que comparte muchas características con la Vía Navegable Troncal argentina: son columnas centrales para el comercio internacional, así como para el transporte de las cosechas agroindustriales, y están entre las vías navegables de mayor extensión del planeta.

De la firma del acta participaron también el secretario de Empresas y Sociedades del Estado de la Jefatura de Gabinete de la Nación, Mauricio Gonzalez Botto, y el representante del Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos, Adriel McConnell.

Paraguay: un antecedente

En septiembre de 2022, el gobierno del Paraguay había iniciado conversaciones en relación a la posibilidad de que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos realizara obras en el tramo paraguayo de la vía navegable.

En la oportunidad, el diputado provincial del Chaco, Hugo Sager, había presentado un proyecto en la legislatura chaqueña para manifestar su preocupación por “la introducción de inversión financiera de Estados Unidos en la Hidrovía Paraná-Paraguay y la presencia militar norteamericana en el tramo paraguayo”.

A juicio del legislador, esto se convertía en una “amenaza directamente a los intereses económicos de nuestro país por la implicancia del control del territorio y de los capitales que la elaboración de un Plan Maestro para la Navegabilidad del Río Paraguay pueda significar para la región”.

En este escenario, manifestó que “no podemos ser indiferentes ante la posible militarización y los cambios en las reglas de juego por parte de Paraguay, uno de los socios de la hidrovía. Estamos invitando a una superpotencia a establecer enclaves militares permanentes en la región, y ya hemos visto que la disputa de EEUU con China no sólo impacta en el precio de los commodities y la energía o el suministro de semiconductores, sino que desencadena invasiones y guerras”.

Un intento de desembarco norteamericano en la hidrovía había sido rechazado por el senado guaraní en 2018.

Las negociaciones entre paraguayos y estadounidenses se daban en un momento en que el gobierno de Alberto Fernández había anulado la llamada licitación corta para dragar parte de la sección argentina de la Hidrovía Paraná-Paraguay, en la que estaban interesadas varias empresas nacionales y extranjeras, entre ellas alguna de capital chino.

Por este motivo, se sospechaba que los movimientos norteamericanos en Paraguay formaban parte de una estrategia para impedir el avance de la potencia asiática.