Examen teórico de conducir digital: Concordia moderniza su prueba, pero ¿es un modelo seguro para todos?

El municipio de Concordia se suma a la tendencia de digitalizar la evaluación para obtener la licencia de conducir, destacando la transparencia y la agilidad. Sin embargo, la experiencia internacional y los análisis de seguridad vial plantean una pregunta clave: ¿están los sistemas preparados para evitar fraudes y garantizar que solo los conductores aptos salgan a la calle?
El examen teórico de conducir digital es una realidad en Concordia, Entre Ríos. La municipalidad anunció con entusiasmo la implementación de un sistema 100% digital para la evaluación teórica, una medida que, según sus voceros, trae consigo una ola de modernización, agilidad y transparencia. Esta iniciativa se inscribe en una tendencia global de digitalización de trámites estatales, acelerada por la pandemia. Pero mientras se celebran los beneficios, es crucial analizar la otra cara de la moneda: los riesgos que una implementación deficiente podría suponer para la seguridad de todos los ciudadanos.
El comunicado del municipio de Concordia enumera una serie de ventajas concretas. El secretario de Gobierno, Luciano Dell´Olio, y el director de Tránsito, Emanuel Galli, destacaron la “agilización, modernización, transparencia y cuidado del ambiente” como pilares del nuevo sistema. Entre los beneficios principales se mencionan:
- Transparencia y objetividad: La corrección es automática, eliminando la subjetividad humana y la posibilidad de manipulación de resultados.
- Eficiencia y rapidez: El aspirante obtiene su resultado de forma inmediata, ahorrando tiempo y reduciendo la burocracia.
- Sustentabilidad: Se reduce drásticamente el uso de papel, ya que solo se imprimen los exámenes aprobados.
- Modernización: Se actualiza el sistema de evaluación acorde a la era digital, con un banco de preguntas aleatorias que refuerza la calidad del examen.
Estos puntos son, sin duda, un avance significativo respecto al método tradicional en papel. Sin embargo, el modelo de Concordia parece ser una digitalización presencial: el examen se realiza en computadoras dentro de las oficinas de tránsito. Esto resuelve la eficiencia, pero el debate más profundo surge cuando esta modalidad evoluciona, eventualmente, hacia un examen completamente virtual, realizado desde el hogar del aspirante, lo que podría ser el próximo paso.
Los desafíos del examen teórico de conducir digital: más allá de la modernización

Aquí es donde la evaluación debe volverse más realista. Un examen teórico virtual, realizado a distancia, presenta desafíos críticos que deben ser abordados para no comprometer la seguridad vial. El principal riesgo es el fraude, en dos de sus formas más comunes: la suplantación de identidad (que otra persona rinda el examen) y el uso de ayuda externa (búsquedas en internet, libros o consultas a terceros).
Permitir que una persona obtenga su licencia sin conocer las normas de tránsito es un peligro directo para la sociedad. Para que la modalidad virtual sea segura, se requiere una inversión tecnológica robusta que la mayoría de los municipios argentinos aún no ha implementado.
También podrían surgir complicaciones sociales y de protección de datos: la brecha digital como barrera de acceso a quienes no cuentan con una conexión estable a internet, cámara web o las habilidades digitales necesarias para rendir un examen de estas características o las brechas de seguridad tecnológica, ya que una plataforma poco segura podría ser vulnerable a hackeos, con filtración de preguntas o manipulación de resultados.
Sin embargo, también existen beneficios y oportunidades: como la accesibilidad e inclusión, eliminando la necesidad de traslados y permitiendo adaptaciones a distintos perfiles de usuarios, la flexibilidad, pues los ciudadanos podrían realizar sus exámenes según los horarios que les fueren más convenientes, la seguridad sanitaria, ya que se eliminan aglomeraciones y riesgos de contagio, y la reducción de costos para el Estado, ya que se automatizan procesos y se reduce la necesidad de espacio físico.
Un Vistazo a la Argentina y al Mundo

La adopción de esta tecnología es heterogénea a nivel global, lo que ofrece valiosas lecciones:
- En Argentina: La Ciudad de Buenos Aires (CABA) fue pionera durante la pandemia al habilitar el examen online para renovaciones, pero mantuvo la presencialidad para los aspirantes primerizos. La tendencia nacional es digitalizar los cursos previos, pero conservar el examen final presencial como un método de control, como en la provincia de Buenos Aires.
- Estados Unidos: Estados como California o Florida permiten exámenes remotos, pero utilizan sofisticados sistemas de supervisión (proctoring). Estos incluyen verificación de identidad con reconocimiento facial, monitoreo constante a través de la cámara web y un software que bloquea el navegador para impedir trampas.
- Europa: Países como el Reino Unido y España mantienen una postura estricta, exigiendo que todos los exámenes teóricos se realicen en centros oficiales bajo supervisión presencial para garantizar la máxima seguridad. Por su parte, Estonia permite realizar gran parte de los trámites online.
Conclusión: Modernización con Responsabilidad
La iniciativa de Concordia es un paso adelante en la modernización de los trámites públicos. La digitalización presencial mejora la eficiencia y la transparencia. En tanto, un eventual salto hacia la virtualización total del examen de conducir no debe darse a la ligera.
Para que un examen teórico de conducir digital y remoto sea una oportunidad y no un riesgo, es indispensable que los gobiernos inviertan en plataformas seguras con verificación biométrica, supervisión por cámara (proctoring) que detecte comportamientos anómalos y bloqueo de navegadores, banco de preguntas amplio y aleatorio para que cada examen sea diferente y límite de tiempo estricto para acotar el lapso en que se pueda pedir ayuda externa. Además, se debe contemplar la brecha digital, ofreciendo siempre una alternativa presencial para quienes no tengan acceso a la tecnología necesaria o no se sientan cómodo con la modalidad virtual.
La modernización es bienvenida, pero nunca debe anteponerse a la responsabilidad fundamental del Estado: garantizar que cada conductor en la calle tenga los conocimientos necesarios para proteger su vida y la de los demás.


