Naufragó en el lago de Salto Grande y flotó más de dos horas hasta ser rescatado
Un pescador uruguayo, de 56 años, permaneció flotando en las aguas del Lago de Salto Grande por más de dos horas, hasta ser rescatado, luego de que la embarcación en que estaba con su hijo se hundiera, afectada por el oleaje y fuertes ráfagas de viento.
Felizmente, Oscar Fabricio Yaconiza pudo salvar la vida, lo mismo que su hijo Alejandro, de 31 años, según refirió la esposa de Oscar, Sandra Pissaco, al matutino salteño Cambio.
Yaconiza, además de dedicarse diariamente a la pesca, tiene una planta de procesamiento de pescado en la localidad uruguaya de Villa Constitución (Departamento Salto).
El viento afectó a la embarcación
“Mi esposo es pescador artesanal desde hace 10 años, y el jueves, como lo hace habitualmente, salió a las 6 de la mañana estando el lago totalmente sereno. Cuando ya estaban casi terminando la jornada, recorriendo las redes y levantando las mismas, tenían la embarcación cargada con todas las redes y demás accesorios que utilizan, mirando con expectativa porque ya el tiempo se había puesto amenazante, de repente se produjeron una serie de ráfagas de viento que provocaron olas y la embarcación comenzó a llenarse de agua”, dijo.
“La embarcación es de aluminio, tiene buen tamaño y es de muy buena calidad, pero al tener tanto peso, se quedó de punta en el agua. En ese instante Oscar le da un chaleco extra que tenían a bordo al hijo diciéndole: Salvate vos por lo menos”, y además le entrega su celular.
“En un instante la embarcación se hundió y Alejandro pudo llegar a la costa después de nadar durante una hora y media. Llega a la orilla cerca de un puesto de un establecimiento llamado El Portillo, desde ahí pidieron ayuda al 911, y de ese tema se encargó la jurisdicción de Belén (Departamento Salto)”, dijo.
Usó el ingenio para salvarse
Cuando se hundió la lancha, quedó enredado en las redes al principio, pero pudo liberarse, a pesar de que los nudos de las redes le dejaron todo el cuerpo con marcas y cuando logró zafar intentó llegar a nado a la costa pero las olas no le permitían avanzar.
Para no hundirse empezó a desatar como pudo las botellas que se atan a las redes para utilizarlas como flotadores y se quedó quieto, porque las olas lo llevaban de un lado a otro.
Luego de un tiempo largo, que Yaconiza calculó como dos horas, mientras las olas lo levantaban, el náufrago podía ver a lo lejos la costa, donde a dos personas caminando y “eso le dio una alegría porque se dio cuenta que lo estaban buscando y no estaba solo, porque las personas que él vio eran el hijo que había vuelto con otras personas y la Policía”, dijo la esposa.
Afectado por hipotermia
Uno de los compañeros de Yaconiza, a pesar del viento, salió a buscarlo bordeando la costa, hasta que divisó a lo lejos lo que parecía un tronco y se acercó lo suficiente para ver que era Fabricio.
Al divisarlo, Fabricio no se movía y temió que podía haber pasado lo peor, pero al estar al lado se dio cuenta que lo que tenía era hipotermia, porque intentó mover la pierna para subir a la embarcación y no le daban las fuerzas, ya que a esa altura estaba totalmente acalambrado. En ese entonces llegó la Prefectura uruguaya, que colaboró para trasladarlo a la costa.
