REMOLACHA: PROPIEDADES DE UN ALIMENTO IMPRESCINDIBLE PARA MANTENER TU SALUD
Si hablamos de betarraga o betabel seguramente no tengamos muy claro de qué estamos hablando. Ahora, si decimos remolacha ya es muy diferente.
Para dejar a un lado rápidamente los tecnicismos puntualizamos que se trata de la especie Beta Vulgaris L. planta descendiente de la familia de las Amarantáceas de la cual se cree que procede de Italia.
Prima hermana de otra especie silvestre, medicinal y no comestible, en este caso denominada Beta Marítima L. cuya procedencia también se sitúa en los mares del sur de Europa así como al norte de África.
Podemos encontrar remolacha en diferentes variedades, entre las que destacan la remolacha blanca y la remolacha roja, si bien ambas son muy consumidas, de las cuales aprovechamos tanto la raíz como las hojas, la remolacha roja es la que encontramos normalmente para consumo cotidiano y la blanca suele ir destinada a la producción de azúcar o alimentación de ganado.
En tiempos remotos ya se consumía remolacha aunque es a partir del siglo diecinueve cuando empezó a destinarse más en exclusiva para la industria azucarera y en la extracción de alcohol.
Alimento «contra el cáncer»:
Una de las primeras virtudes que encontrarás al buscar en qué puede ayudarte el consumo de remolacha estará relacionado con el adjetivo de anticanceroso. Por favor, seamos siempre prudentes con este tipo de afirmaciones y leamos con mentalidad abierta y criterio. Estamos ante un alimento con excepcionales propiedades pero no mágico, la virtud de hacer milagros no la tiene.
El atribuir este poder casi milagroso viene gracias a su gran riqueza en flavonoides, principalmente por la betaína, el pigmento rojo tan característico de la remolacha.
Hay estudios que dicen que su consumo inhibe y previene la aparición de tumores.
Lo cierto es que es un alimento muy beneficioso para nuestro organismo y un potente antioxidante y el llevar una dieta rica y abundante en frutas y verduras sí está demostrado que es favorable ante la enfermedad y en el retraso o aparición de la misma.
Los antioxidantes son los encargados de eliminar los radicales libres del organismo, los neutralizan y de este modo evitan que hagan daño en órganos, como riñones, hígado, corazón… Así que lejos de pócimas milagrosas seamos conscientes de la importancia diaria de la nutrición a la hora de prevenir.
La remolacha como fuente de Hierro:
Aquí los datos son precisos, y es que por cada 100 gramos de remolacha encontramos 0,8 mg. de hierro.
Además de ser una fuente estupenda de vitamina C, lo que hace que la absorción del hierro aumente.
Si bien hay otros alimentos con más hierro, su riqueza en ácido fólico la convierte en el alimento por excelencia para tratar estos déficits.
Esto hace de la remolacha la aliada perfecta en casos de anemia. Gracias a su gran cantidad de folatos (ácido fólico) vitamina B9, vitamina que solo se encuentra en los vegetales y que es fundamental a la hora de producir glóbulos rojos.
Cuando tenemos déficit de glóbulos rojos estamos ante una anemia megaloblástica.
Como consejo, a la hora de sintetizar mejor el hierro es recomendable mezclar este alimento con otro que contenga vitamina C para así aumentar la biodisponibilidad del hierro (por ejemplo, añadiendo unas gotas de jugo de limón a la remolacha u otro alimento rico en hierro).
Por lo contrario y aunque suene contradictorio, no se recomienda su consumo junto al de otros alimentos ricos en hierro en casos de anemia, puesto que los unos a los otros se «robarían» minerales y harían efecto contrario, lo recomendable es consumirla junto a alimentos ricos en calcio para evitar así estos efectos indeseados.
También interesante su consumo en mujeres con menstruaciones abundantes, durante el embarazo o en recién paridas, donde el aporte de hierro es aún más necesario.
Remolacha como fuente de la eterna juventud:
Gracias a su elevado contenido en ácido fólico, B9, vitamina estupenda para mantener a raya la buena salud de uñas, piel y cabello, con efectos rejuvenecedores, haciendo así que estos luzcan sanos y fuertes.
Además se le atribuyen propiedades antidepresivas ¿te vas animando a probarla verdad?
Remolacha a la hora de mantener el corazón sano y joven:
Una vez más el ácido fólico es el encargado de nutrir nuestro corazón gracias a la remolacha y sus efectos antioxidantes.
Alimento cardiosaludable, rico en fibra, antioxidantes, potasio, vitaminas del grupo B (no B-12 ojo), nos beneficia a la hora de disminuir el colesterol, reduce la hipertensión y nos limpia las arterias, reduciendo la posibilidad de accidentes cardiovasculares como infartos o ictus.
Manteniendo a raya el estreñimiento:
La gran cantidad de fibra de la remolacha hace que a la hora de vaciar el intestino sea de gran utilidad ante problemas de estreñimiento y en su prevención.
La remolacha es muy digestiva y además posee efecto prebiótico lo que ayuda a mejorar la flora intestinal, por lo que estamos también ante un alimento muy digestivo recomendado incluso en casos de enfermedad intestinal como colon irritable, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.
Para el buen funcionamiento del hígado:
Estamos ante un alimento rico en antioxidantes, justo lo que necesita nuestro hígado para desintoxicarse, depurarse y mantenerse sano. La remolacha gracias a sus efectos depurativos se hace esencial en dietas para enfermos de hígado graso, cirrosis o hepatitis. No nos extrañe encontrar nuestra orina teñida de color rojo o rosáceo tras su consumo, ¡tranquilo! es normal, su potente pigmentación va más allá.
¿Adelgazar?, también…
La remolacha nos aporta muy pocas calorías, aproximadamente unas 43 kcal por cada 100 gramos.
Estas calorías proceden mayoritariamente de hidratos de carbono, pero al tratarse de un alimento rico en fibra estos se absorben lentamente.
Y por el azúcar no nos preocupemos, puesto que como ya hemos indicado más arriba, la variedad usada para la industria azucarera es la remolacha blanca, y no la roja, que es la que estamos tratando. El contenido de azúcar de una remolacha roja es similar al de media manzana, por haceros una idea.