Las cervecerías artesanales se reconvierten para superar la crisis por la pandemia
Según una encuesta realizada por la cámara del sector entre sus asociados, más del 60% no superó los 1.000 litros a granel de venta mensual en estos meses, y el 64,3% asegura que el volumen vendido no representa el 10% de su venta habitual.
Las cervecerías artesanales, tras sufrir el impacto del inicio de la cuarentena, comenzaron a trabajar en el proceso de envasado de sus productos para comercializarlos igual que lo hace la industria cervecera en supermercados, comercios, bares y restaurantes, de manera de adaptarse a la modalidad de consumo impuesta por la pandemia de coronavirus.
Así lo indicó a Télam el presidente de la Cámara de Cervecerías Artesanales, Juan Manuel González Insfrán, quien precisó que el sector se encuentra “en una parálisis total de la actividad ya que el 95% está relacionada con el esparcimiento”, y evaluó que “la solución puede ser el envasado del producto”.
En consecuencia, señaló: “es importante que nos transformemos, ir hacia el mercado premium y acercar a los clientes el producto envasado”.
De acuerdo con una encuesta realizada por la Cámara entre sus asociados, más del 60% de las cervecerías no superó los 1.000 litros a granel de venta mensual en estos meses de pandemia, y el 64,3% asegura que el volumen vendido no representa el 10% de su venta habitual.
González Insfrán explicó que “el punto de equilibrio de las estructuras de las empresas es de 25.000 litros vendidos por mes”, y puntualizó que “en los últimos cuatro meses vendieron 1.000 o menos”.
“Con esa cifra no cubren costos de alquiler, servicios, ni salarios”, afirmó el dirigente gremial empresario, quien remarcó que “sólo el 39% de las empresas pudo pagar los salarios completos, el resto tiene problemas para pagar porque sólo el 22% pudo acceder al ATP”, el Programa de Atención de Emergencia al Trabajo y la Producción que atiende el pago de parte de los sueldos a los sectores afectados por la pandemia.
Además, subrayó que “la mitad de los productores tiene más del 50% de su stock parado por la cuarentena, que representa más de la mitad de su capacidad productiva”.
“Visto este nuevo escenario, decidimos incentivar a las cervecerías a competir en el mercado premium. Para eso procuramos acceder a créditos productivos para incorporar máquinas y poder hacer el envasado y el enlatado”, indicó el titular de la Cámara, quien destacó que “el hábito de consumo de la gente va a cambiar y estamos yendo hacia esa realidad”.
Al respecto, el dueño de la cervecería neuquina Kürüf, Pablo Vrlica, explicó a esta agencia que en estos meses “se direccionó todo a tener un acercamiento más directo con la gente, llegar a cliente en forma directa”, y para eso la firma comenzó a envasar.
“Empezamos a envasar. Lo tuvimos que desarrollar porque no lo teníamos el proceso de envasado. Al principio tuvimos problemas para encontrar envases descartables, pero finalmente apareció stock de PET (plástico reciclable) en la zona”, precisó Vrlica, quien añadió: “Ahora también comenzamos a envasar en lata”.
Señaló que “los bares dejaron de ser el punto fuerte nuestro de venta”, y consideró que “pasará mucho tiempo para que el bar vuelva a ser protagonista de este negocio”.
“Ahora tenemos a la gente en su domicilio. Así que nuestro fuerte es apuntar al cliente final. Desarrollamos el formato propio de entrega a domicilio, y también a través de bares”, puntualizó el empresario, quien destacó: “Venimos levantando ventas, pero recién estamos en un 15% de las de antes de la pandemia”.
En la misma línea, el propietario de la cervecería tucumana Beet, Gastón Páez Salas, subrayó a Télam que “la cuarentena fue un golpe muy duro para todo el mercado en general”, y remarcó que “históricamente el canal de ventas de las cervecerías independientes estuvo muy enfocado en los bares, con barriles a granel para servir en canillas”.
“Que de un día para el otro se cierre todo, complica la existencia. Se rompe la cadena de pagos, queda plata en la calle y también stock”, señaló Páez Salas, al tiempo que destacó que “por suerte hay mucha creatividad y con eso le empezamos a buscar la vuelta”.
En ese sentido, explicó que “se apuntó todo a recrear en la casa la experiencia de la persona en el bar”, y señaló que para ello “hubo que envasar el producto, en una lata, y a eso sumarle cajas con snacks, con vasos especialmente diseñados”.
“Fue muy difícil, pero tomamos la decisión de poner dinero de nuestro bolsillo para bancar la estructura, y para que los empleados que nos acompañan no se queden sin trabajo. No recibimos ATP, pero sí crédito con tasa al 24%”, precisó el empresario, quien afirmó que “ya no se pierde plata y la rueda comienza a funcionar”.