Comisario de Concordia investigado ante la sospecha de que ponía la policía al servicio de un empresario

Compartilo con

Guillermo Ocampo, comisario de la Policía de Entre Ríos, disponía adicionales paralelos, custodia y operativos para Guillermo Barrios, dueño de una distribuidora en la ciudad de Concordia.

Guillermo Ocampo, comisario de la Policía provincial, está siendo investigado ante la presunción de que ponía la estructura policial a su alcance al servicio del empresario de Concordia, Guillermo Barrios, de acuerdo a una pesquisa que se lleva adelante en Concordia. Según las sospechas que existen en la investigación de la Fiscalía, Ocampo habría custodiado con sus subalternos de la División Investigaciones la distribuidora de Barrios, cuando esos policías debían estar en funciones.

Pero Ocampo también habría realizado operativos y diversas averiguaciones requeridas por el empresario.

Comisario de Concordia investigado ante la sospecha de que ponía la policía al servicio de un empresario. Parte I.
Comisario de Concordia investigado ante la sospecha de que ponía la policía al servicio de un empresario. Parte II.

El exjefe de la División Investigaciones de Concordia fue detenido en diciembre del año pasado y está cerca de ser enviado a juicio, aunque antes le van a imputar otro hecho más.

La historia comenzó en el marco de otra investigación que se venía llevando adelante en la Fiscalía de Concordia, a cargo de Francisco Azcué, a una banda narco que asediaba distintos barrios de la ciudad.

Uno de los sospechosos era Barrios, quien habría estado involucrado en la compra venta de armas de fuego. Y por las escuchas telefónicas se habrían detectado innumerables contactos y comunicaciones de este hombre con el entonces jefe de un área clave y sensible de la Policía, como lo es la División Investigaciones de la Jefatura Departamental de Policía de Concordia, según informó el matutino paranaense Uno.

De este modo, el fiscal José Arias comenzó una investigación al respecto. La actividad ilícita que se habría detectado en esa pesquisa era el servicio de custodia policial que prestaba Ocampo a Barrios.

alt="Guillermo Ocampo, exjefe de la División Investigaciones de Concordia, está siendo investigado ante la presunción de que ponía la estructura policial al servicio de un empresario de gaseosas"
Guillermo Ocampo, exjefe de la División Investigaciones de Concordia, está siendo investigado ante la presunción de que ponía la estructura policial al servicio de un empresario de gaseosas.

Se trata de un servicio llamado adicionales, que está reglamentado por la Policía y se realiza mediante pedidos formales a la Jefatura Departamental.

Las autoridades envían efectivos al lugar requerido por el particular que solicita la seguridad en un lugar o evento, se firma un contrato y se paga a la misma administración pública.

Luego se abona al policía el dinero correspondiente por las horas adicionales trabajadas, en su cuenta bancaria, y asentado en su recibo de sueldo.

Pero para Barrios, Ocampo habría decidido hacerlo más simple y redituable para él y sus muchachos.

El personal policial que custodiaba su distribuidora de gaseosas Manaos era exclusivamente de Investigaciones, quienes en vez de estar cumpliendo funciones en su horario de trabajo, iban a la distribuidora o el lugar que Barrios necesitase, según las evidencias que se habrían incorporado al legajo de investigación.

Además, se habrían detectado otros servicios que Ocampo le prestaba a Barrios: si el empresario veía un vehículo cerca de su distribuidora con personas a bordo que le parecían extrañas o sospechosas, llamaba al comisario, le pasaba datos de la patente y Ocampo le averiguaba quiénes eran.

El favor no quedaba en el informe sobre la identidad de esos sospechosos, sino que encima el comisario enviaba una comisión policial y montaba un operativo para interceptar e identificar a esas personas. Es decir, la estructura del Estado que manejaba Ocampo, habría quedado librada a la voluntad de un particular.

Otro dato elocuente sobre esta relación en la pesquisa surgió en torno al hermano de Barrios, quien estaba detenido con prisión domiciliaria, imputado por un homicidio.

Un deber de la policía en estos casos es lo que se conoce como control saltuario, es decir, ir a la vivienda del detenido para corroborar que el mismo se encuentre cumpliendo la medida judicial.

Y resultó ser que los únicos que realizaban ese control al hermano de Barrios era personal de Investigaciones, por lo que, a esta altura, sobran las dudas de si realmente lo hacían.

Un operativo para Barrios

El nuevo hecho investigado y que le imputaría el fiscal Arias a Ocampo, y que revela aún más cómo el comisario disponía de la policía a merced de Barrios, tiene que ver con un conflicto que tenía el empresario.

Este hombre habría querido imponer su monopolio en la distribución de Manaos en Concordia y la región de Salto Grande. Había un comerciante que no quería comprarle las gaseosas a él, sino que prefería conseguirlas en otros lugares.

Por este motivo, habría sido presionado y amenazado reiteradamente, e incluso una vez denunció que le quería prender fuego su casa.

Un día, el comerciante viajó a Villaguay para comprar las Manaos y Barrios lo habría seguido. En el trayecto, cuando el hombre regresaba con la mercadería, lo habría interceptado y amenazado.

En ese momento, Barrios se habría comunicado con Ocampo y el comisario habría movilizado nuevamente la estructura policial: habría llamado a la policía caminera y pedido montar un operativo cerrojo para detener la marcha del vehículo del comerciante, con el argumento de que llevaba mercadería que no estaría en regla.

El procedimiento policial se realizó y el conductor del vehículo explicó la situación, dijo que lo estaban amenazando y justificó el transporte de las gaseosas.

Todo esto habría quedado registrado en las actas que se labraron en el operativo, y hasta en el libro de guardia donde habría quedado asentado el llamado que realizó Ocampo para pedir el mismo.

El 9 de diciembre del año pasado, el fiscal Arias solicitó los allanamientos a los investigados y se logró desbaratar el supuesto accionar delictivo. Y desde entonces, la causa avanzó con el análisis de más evidencias que fueron secuestradas. Así, surgió este segundo episodio que sería próximamente endilgado a ambos acusados.

Una vez que este hecho sea imputado formalmente al comisario, la causa quedará prácticamente lista para ser enviada a juicio, donde la Fiscalía buscará una condena tanto para el policía como para el empresario, por los delitos de abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público, cohecho y tráfico de influencias.

El investigado Ocampo, que había llegado a la Policía de Concordia en 2013, en este momento se encuentra pasivo en la fuerza de seguridad provincial y, probablemente, sea exonerado si lo terminan condenando.

Fuente: Uno.

También puede gustarle...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error

¿Te gusta este sitio? No te pierdas nuestras noticias