El empresario desaparecido murió ahogado y no presentaba signos de violencia

alt="El cuerpo del empresario Eugenio Schneider, hallado el sábado en la noche en la costa argentina, no presentaba signos de violencia y quedó establecido que murió ahogado"
El cuerpo del empresario Eugenio Schneider, hallado el sábado en la noche en la costa argentina, no presentaba signos de violencia y quedó establecido que murió ahogado.
Compartilo con

Oficialmente se confirmó que el empresario Eugenio Schneider murió ahogado en las aguas del río Uruguay. Ése fue el resultado que arrojó la autopsia que se le realizó en Gualeguaychú. También se supo que no presentaba signos de violencia.

El cuerpo del empresario Eugenio Schneider, hallado el sábado en la noche en la costa argentina, a la altura del kilómetro 163 del río Uruguay, por la Prefectura argentina, en inmediaciones de Concepción del Uruguay, no presentaba signos de violencia, según la autopsia. Además, se confirmó que la causa de la muerte fue asfixia traumática por sumersión.

Por su parte, la Armada uruguaya informó a través de un comunicado que el cuerpo fue reconocido por la familia y destacó que la Fiscalía de Gualeguaychú, a cargo de Gabriela Seró, “determinó que el deceso del señor Eugenio Schneider fue por ahogamiento, y ya fue entregado a su familia para su traslado y posterior sepultura”, agrega el texto.

Según se pudo establecer en la autopsia, realizada el lunes por la mañana en la morgue del cementerio de Gualeguaychú, con el cuerpo bien conservado pero con signos evidentes de haber fallecido ahogado, el deceso se produjo por una asfixia traumática por sumersión.

Marcelo Benetti y Adrián Siemens, médicos legistas de Gualeguaychú y Concepción del Uruguay, respectivamente, pudieron determinar que el cuerpo no presentaba ningún tipo de violencia.

El jueves pasado, Schneider había almorzado en su restaurante “La Pulpería” y luego se dirigió hacia su casa, llamada “De los cuatro vientos”, una residencia edificada en 1806, en el pueblo Casa Blanca. Allí dejó su ropa y se fue al río para continuar con una costumbre que tenía antes de la pandemia, que era nadar desnudo en el río Uruguay.

Ese mismo día, sobre las 17:00 horas, familiares radicaron la denuncia de su desaparición en la Prefectura del Uruguay, y a partir de allí comenzó su búsqueda.

El sábado en la noche, la Armada uruguaya informó en un comunicado que sobre la costa argentina, a la altura del kilómetro 163 del río Uruguay, una patrulla de la Prefectura de nuestro país halló un cuerpo que, “según la complexión física y descripción, podría coincidir” con la persona ausente”.

¿Quién era Schneider?

Schneider era un hombre con múltiples facetas. Empresario exitoso, escritor, alumno de Jorge Luis Borges, amigo de presidentes y dueño de una profusa cultura e ingenio.

El empresario estaba al frente del Frigorífico Casa Blanca (Fricasa) ubicado en Paysandú, donde también instaló el restaurante “La Pulpería”, ubicado en una casona construida a mediados del siglo XIX y adornado con instrumentos musicales antiguos y partituras medievales, considerado por páginas especializadas como uno de los mejores de Uruguay.

El frigorífico fue adquirido muy endeudado. La compañía contaba con varias residencias y 74 casas, que Schneider entregó al Estado como parte del pago de esas deudas. Según una nota de la revista Lugares, Casa Blanca fue el último pueblo privado de Uruguay, hasta 2004, cuando Schneider, en plena crisis financiera, firmó un acuerdo con el Estado uruguayo: se entregaron todas las casas al Ministerio de Vivienda a cambio de la reducción de la deuda del frigorífico. Con el tiempo logró convertir el frigorífico en un negocio rentable, que exporta a decenas de países.

De Argentina al Uruguay

Había nacido en Buenos Aires en 1940 y estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires. Durante su cursada, tuvo de profesor de literatura inglesa nada menos que a Jorge Luis Borges. Según contó, a los 22 años se cansó de la civilización y se radicó junto a su familia en los bosques valdivianos, en Chile.

En 1978, se radicó en Uruguay y se estableció en Estancia San Ramón. Fue por ese entonces que compró el frigorífico ubicado en Casa Blanca, un pequeño pueblo que por ese entonces permanecía prácticamente deshabitado. Para el año 2000, Schneider se estableció en ese lugar y consolidó su empresa como una de las referentes de la industria ganadera de Uruguay.

En 2015, en una entrevista al diario El País, Schneider valoró sus negocios en unos US$ 35 millonesdijo que el frigorífico realizaba el 3,5% de la matanza nacional, contaba con más de 630 empleados, abastecía a 18 carnicerías propias y tenía habilitaciones para exportación a los mercados que accede Uruguay.

En esa entrevista también dio su receta para reflotar y ordenar una empresa fundida: “La gente que trabaja para mí tiene miedo, pero solo de míNo teme a la vida. Me temen hasta el punto de creer que si no estoy se cae todo. Por otra parte, hago muchos números. Lamentablemente, los contadores se ven forzados a trabajar para el Estado y tienen solo una vaga idea de los números que necesita la gestión de una empresa”, dijo.

“No creo que mi negocio pueda ser manejado por el gerente de una multinacional. Por eso, no vendo. Sería como vender carne humana. Trato de imaginar una empresa que siga funcionando armónicamente cuando corra el rumor de mi muerte“, había dicho durante la entrevista.

Por su afán hacia la cultura –escribió varios libros- y su dedicación al pueblo, Schneider montó en Casa Blanca una radio FM comunitaria, una sala de cine (La Isla) y El Aula, un espacio de educación informal para chicos con clases gratuitas de, por ejemplo, equitación, pintura, danza, y teatro.

También instaló en 2012 un restaurante tan atractivo como particular en una casona construida a mediados del siglo XIX: La Pulpería. En una nota sobre el establecimiento en la revista Lugares, hay un repaso por sus platos y sus particularidades: los martes no abre “por la guerra” (una alusión a Martes, el dios de la guerra en la mitología romana); el menú a la carta -escrito de su puño y letra- tiene un precio fijo y se puede repetir las veces que uno quiera; no se aceptan propinas; y no se sirven gaseosas, sólo jugos naturales. Además, cuenta con detalles artísticos y musicales alrededor de toda la casona.

A Schneider se le conocieron cuatro parejas en un lapso de 50 años. Actualmente, Schneider vivía con su esposa, y gran parte de su familia vive cerca, también en Casa Blanca. En una entrevista de 2015 dijo que tenía ocho hijos, 18 nietos y diez bisnietos, quienes ahora lo despiden.

También puede gustarle...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error

¿Te gusta este sitio? No te pierdas nuestras noticias