Gualeguaychú: proponen suspender las clases en invierno y reanudarlas en verano
El grupo Gualeguaychú por la Educación realizó una propuesta denominada “con frío a casa y con calor a la escuela” para disminuir la circulación y respaldar el aprendizaje en épocas estivales.
Desde la agrupación sostienen que, en el contexto de la pandemia por coronavirus, “es que desde Gualeguaychú por la Educación ponemos a consideración una alternativa para abordar el problema, diversa del camino de mera confrontación que hemos venido transitando como sociedad”.
Al respecto, llamaron a “repensar los tiempos y momentos de la escolaridad. Para ello debemos tener en primer lugar voluntad de acuerdo. En segundo lugar tendríamos que deconstruir algunos hábitos y preconceptos, y mantener solamente en pie nuestro desvelo por tratar de garantizar para los menores y jóvenes el derecho a la educación”, según informó R2820.
Nuevo calendario
Bajo esta consigna, desde el nucleamiento postulan cambiar radicalmente el calendario escolar 2021-2022, propiendo:
1.- Suspensión de toda actividad educativa (virtual y presencial) durante los meses de invierno (junio, julio y agosto).
2.- Aprovechar esos meses para otorgar al personal licencias anuales. En el tiempo restante trabajar –a distancia- en su capacitación en la enseñanza virtual; y en la elaboración de planificaciones situadas.
3.- Retomar la escolaridad bimodal a partir de septiembre hasta diciembre.
4.- A fines de enero de 2022 realizar las actividades de recuperación de saberes y exámenes pendientes.
5.- Finalmente, desde febrero hasta mayo, volver al sistema bimodal (presencial-virtual).
6.- La superación de la pandemia y las restricciones marcarán la vuelta a la presencialidad completa.
Ventajas
Asimismo, consideran que «ir a la escuela en los meses de temperaturas más altas permitirá abrir las puertas y ventanas en las aulas para cumplir el protocolo de cuidado. También, utilizar los espacios abiertos que varios edificios poseen. Seguramente ello nos obligará a replantear los horarios escolares, evitando las horas de mayor calor».
Además, sostienen que «se nos sumará, como una ventaja extra, el esperable avance en la aplicación de las vacunas e inmunización de docentes y de la población en general».
Con estas herramientas, buscan «repensar la problemática en medio de la pandemia, podríamos ponernos de acuerdo sobre la manera más segura de retornar al aula».
«Es que las discusiones, cuando son llevadas a términos irreductibles, suelen dejar a un lado los auténticos problemas, sin darles solución», aseguran.
Finalmente, destacan que se plantean «estas alternativas desde la convicción de que la educación presencial es indispensable para garantizar a menores y adolescentes su derecho a aprender. Son innumerables las instituciones científicas que se han expedido en tal sentido. Queda en manos de nuestra capacidad como sociedad la posibilidad hacer realidad esos dictámenes, y resguardar la defensa de esos derechos de hoy para el futuro».