Inspectora municipal fue abusada en pleno centro de Concordia

Un inspectora de la Coordinación de Operativos Conjuntos del municipio que concurrió a constatar una denuncia referida a la realización de un reunión social -lo que constituiría un flagrante incumplimiento de las disposiciones y decretos vigentes en materia de prevención del coronavirus Covid 19– fue abusada por un individuo que salió del interior del domicilio que había sido reportado.

El abuso fue denunciado en la madrugada del domingo por la víctima, quien había concurrido al domicilio con otras inspectoras y personal policial, que serían testigos de lo ocurrido.

En la Jefatura Departamental de Policía, la inspectora habría denunciado que tras concurrir a un domicilio de calle Güemes al 35, entre San Luis y Entre Ríos, alrededor de la 1:30 Hs. del domingo, pudieron constatar que había música y gritos que provenían desde el interior.

No obstante, a pesar de reiterados intentos de notificar la situación y llamadas a la puerta, nadie abrió ni salió a atender.

El equipo de inspección se retiró y volvió a pasar por el lugar cerca de las 4Hs. de la madrugada, cuando la llegada de un “delivery de bebidas” hizo que los ocupantes de la vivienda cambiaran de actitud y abrieran la puerta.

En estas circunstancias, las inspectoras municipales, con el acompañamiento de la policía, notificaron a dos personas que salieron de la propiedad, un hombre y una mujer, que la violación de las reglamentaciones referidas a la prohibición de reuniones sociales y fiestas clandestinas conlleva la apliación de severas sancientes a quienes las infringen.

En esos momentos, cuando la inspectora dialogaba con la joven que había salido de la casa, el hombre que sería propietario de la misma, habría tomado por detrás a la trabajadora, metiendo sus manos debajo de su remera y tocandole los pechos, a la vez que profería todo tipo de groserías e insultos.

Ante la inmediata reacción de la funcionaria y en vistas que uno de los policías se acercaba rápidamente al notar lo ocurrido, el individuo ingresó raudamente al domicilio junto con la joven que lo acompañaba.

Por este motivo, la inspectora municipal le pidió a la joven que le dijera a su acompañante que saliera de la casa, recibiendo la respuesta de que nadie iba a ingresar a la propiedad sin una orden judicial, tras lo que volvió al interior del domicilio y cerró la puerta.

Por este motivo, se labraron las actas correspondientes en el domicilio y la inspectora municipal concurrió a la Jefatura de Policía para la realización de la formal denuncia por el repudiable acontecimiento.

Ahora, además de la causa en la Justicia Federal -por la violación al decreto que prohíbe ese tipo de reuniones- la denuncia formal de la trabajadora debería originar una causa en los tribunales locales, por el delito contra su integridad.