Joven de Villaguay acribillado a balazos en Rosario estaba vinculado a Concordia

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La víctima fue identificada como Paulo Alejandro Maciel, un joven villaguayense de 26 años, con último domicilio figuraba en Villa Gobernador Gálvez (Santa Fe). El homicidio se cometió este martes pasada la 1 cuando le dispararon seis veces en inmediaciones de calles  Lirio y España del barrio Las Flores, de Rosario. Años atrás había estado relacionado con causas tramitadas en el Juzgado de Familia y Penal de Niños y Adolescentes Nº 2 de Concordia.

El joven acribillado a balazos este martes por la noche en barrio Las Flores, de Rosario, fue identificado como Paulo Alejandro Maciel, de 26 años, oriundo de Villaguay, y cuyo último domicilio figuraba en la vecina localidad de Villa Gobernador Gálvez, según informaron del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

El crimen del joven entrerriano, ocurrió en «Ciudad perdida». Así es como llaman los vecinos a ese sector de asentamientos precarios del barrio Las Flores. Detrás del cruce de Lirio y España, a las espaldas de viviendas muy precarias que rodean un descampado que a su vez no es más que un basural.

El homicidio se conoció este martes a las 8:30 cuando vecinos advirtieron al 911 que había una persona desvanecida sobre unos pastizales que están en inmediaciones de Lirio al 1700, en la esquina con España.

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Paulo Alejandro Maciel, el joven de Villaguay acribillado a balazos, había estado bajo la órbita de la justicia de Concordia.

El personal de Comando Radioeléctrico llegó junto a los paramédicos del Sies, quienes diagnosticaron que la víctima había fallecido producto de seis heridas de arma de fuego.

El fiscal Alejandro Ferlazzo quedó a cargo de la pesquisa y tras supervisar las primeras medidas en la escena del personal del Gabinete Criminalístico y de la Brigada de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC),  dijo a la prensa que la víctima había sido asesinada durante la madrugada.

“Los vecinos escucharon disparos a la 1:30 y no quisieron dar aviso. Fue ejecutado en este lugar, tiene muchos impactos de arma de fuego, al menos seis en zonas vitales, en el cráneo, en el pectoral y en las piernas”, dijo el fiscal.

Para el encargado de esclarecer el caso, el hallazgo de vainas servidas al lado del cuerpo es un indicio de que el homicidio fue en el mismo lugar, en un terreno donde hay casas de construcción precaria y un basural.

“No sabemos si es del lugar o lo trajeron. En este lugar, los habitantes escucharon ruidos, corridas y disparos”, agregó sobre la base de testimonios preliminares.

La víctima no contaba con documentación entre sus ropas, por lo que sólo pudo ser identificado el miércoles, luego de que su cuerpo fuera  enviado al Instituto Médico Legal (IML) para la correspondiente autopsia y los peritajes de huellas dactilares.

“Los vecinos tienen temor. Hay casas cercanas al lugar del crimen. Ellos manifestaron temor a salir, a llamar, a involucrarse”, concluyó el fiscal.

Ferlazzo también coincidió en que la mecánica del crimen de Paulo Maciel en barrio Las Flores posee características similares al cometido el domingo por la noche en un descampado de Garzón y Sorrento, en barrio Empalme Graneros. La víctima, aún no identificada, es un varón joven fue ejecutada de dos disparos en el tórax y su cuerpo fue encontrado por vecinos recién el lunes por la mañana.

Su llegada a Rosario

Paulo Alejandro Maciel, el joven de Villaguay que halló la muerte acribillado a balazos, había llegado a Rosario en busca de oportunidades laborales que nunca se concretaron.

Al respecto, Guillermo Campana, abogado y militante de la ONG Causa, brindó declaraciones sobre la situación del joven y la necesidad de abordar las problemáticas que enfrentan los jóvenes en situación de vulnerabilidad en la ciudad.

Campana explicó, en diálogo con el programa Trascendental de LT8, que el joven Maciel llegó a Rosario con la esperanza de encontrar un trabajo, pero al no cumplirse esa promesa, se encontró en una situación de vulnerabilidad y desamparo en la ciudad.

La ONG Causa, junto con otros grupos que trabajan con jóvenes en situación de calle en la zona de la terminal, intentaron ayudar a Maciel y a otros jóvenes a reconstruir un proyecto de vida.

Sin embargo, debido a la falta de contacto, perdieron rastro de su situación y se enteraron con dolor de su triste desenlace.

Relación con Concordia

Por otra parte, un medio de comunicación rosarino trazó un perfil de Maciel a partir de un informe de la red Puentes, dedicada al abordaje comunitario de consumos problemáticos, que lo cobijó durante un tiempo que no fue precisado.

El 8 de noviembre de 2018, la ONG informó al Juzgado de Familia y Penal de Niños y Adolescentes Nº 2 de Concordia sobre la situación del joven, que había sido privado de la libertad por la justicia provincial en dos oportunidades.

Cuando tenía 21 años empezó a transitar el centro rosarino y en el lugar realizaba talleres recreativos y de oficios, además de ser asistido por un equipo interdisciplinario para la atención individual, compuesto por una médica generalista, una psiquiatra, tres psicólogas, una trabajadora social y un abogado.

En los registros de ese momento figura que “el ingreso de Paulo se produjo de manera voluntaria, es decir, sin derivación de ninguna institución, siendo que él mismo refirió como lugar de procedencia Villaguay”.

En este sentido, dijo haber arribado a Rosario “a principios de 2018, con un hombre que le ofreció trabajo de albañil”. Luego de finalizar la changa de constructor, quedó en situación de calle y su lugar de residencia pasó a ser la terminal de ómnibus.

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