Malas noticias: problemas de nutrientes en suelos cercanos al río Uruguay por maximizar las ganancias

Durante 2011 y 2018, Fertilizar AC y el INTA llevaron adelante relevamientos de disponibilidad de nutrientes en la principal región productiva argentina, que reflejan la caída del contenido de potasio en los suelos de nuestro país, situación que se agudiza en Entre Ríos. Estos mapas también ponen en evidencia la tasa de pérdida del nutriente en nuestros suelos bajo el actual manejo agrícola de los sistemas.
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Se expande la deficiencia de potasio en los suelos y puede limitar los rendimientos de los cultivos en varias zonas del territorio nacional. En once años, los bajos niveles del macronutriente se acentuaron en Entre Ríos. Los suelos con peor contenido de potasio se ubican en inmediaciones del río Uruguay, particularmente en los laterales de la Autovía Artigas. En Tucumán, el bajo contenido de potasio se asoció con suelos dedicados por muchos años al cultivo del citrus.

Malas noticias. Años de una agricultura sin adecuada reposición de nutrientes, los suelos de la Argentina presentan una acentuada deficiencia de potasio, según se observó en ensayos y mediciones realizadas por Fertilizar Asociación Civil.

Los estudios fueron presentados en una reciente reunión en la sede de la entidad, que realizó el 3° Seminario de Potasio en Argentina.

Macronutriente fundamental

De la misma forma que el nitrógeno y el fósforo, el potasio es un macronutriente requerido en grandes cantidades por las plantas, debido a sus funciones en la respiración y en la activación de enzimas, y por su capacidad para mantener el equilibrio osmótico.

Los suelos de muchas partes del mundo exhiben deficiencias, una realidad que no era visible en el país durante muchos años, pero que empieza a modificarse.

El fenómeno pudo apreciarse en los mapas presentados por Fernando García en la reunión, que comparan la situación en 2011 versus 2018.

Hace 11 años la deficiencia era visible principalmente en la provincia de Entre Ríos, por una condición propia de los suelos de esta región.

Extraer sin reponer o cómo maximizar las ganancias

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Malas noticias para los campos del este de Entre Ríos: alto déficit de potasio por maximizar las ganancias.

Sin embargo, en 2018 se extendió hasta el norte, oeste y sur de Buenos Aires y sur de Santa Fe y de Córdoba, al tiempo que se acentuaron los bajos niveles en Entre Ríos.

En nuestra provincia hubo una tasa de caída de potasio importante: 17 partes por millón por año, según reveló García.

Las causas de este comportamiento son varias y se asocian a la degradación de suelos por erosión, a la exportación del elemento por la agricultura y a la monocultura de soja, en virtud de que la oleaginosa se lleva el doble de potasio que el maíz en cada cosecha.

En este sentido, según el investigador Juan Manuel Orcellet, del INTA Concepción del Uruguay, se extraen nutrientes con los cultivos pero no se fertiliza adecuadamente, tanto que sólo se repone el 1,5% del potasio que se exporta en granos. “Prima lo económico en el análisis”, había advertido Orcellet en agosto de 2020.

Ensayos reveladores

Para determinar la magnitud de la caída de este nutriente en Entre Ríos y en la región pampeana, Fertilizar realizó una red de ensayos en tres campañas consecutivas.

En las experiencias en Entre Ríos, se observó un aumento de producción del 23% en maíz, del 7% en arroz, del 5% en soja y del 14% en trigo.

En Mercedes, Corrientes, también hubo respuestas a la aplicación de potasio.

Al afinar el análisis, García dijo que las deficiencias de este elemento son particularmente visibles en los ambientes de menor productividad dentro de los lotes, lo que permitiría hacer una fertilización selectiva.

El bajo contenido de potasio también se observó en lotes con suelos más arenosos.

Al poner en foco los ensayos con trigo, el técnico dijo que “en la campaña pasada hubo respuesta en el 30% de los sitios, con un promedio de 650kg/ha, en suelos de 170 a 290ppm de potasio.

En Entre Ríos, en lotes ambientados, se compararon distintos tratamientos de fertilización de maíz: testigo, 60 y a 120Kg/ha de cloruro de potasio, el fertilizante más usado para aportar este elemento. Los suelos mostraron contenidos de potasio de 55 a 120 partes por millón.

Durante el primer año no llovió lo suficiente y el testigo rindió 1366 Kg/ha versus 2142 del fertilizado con 60 kg/ha y 2574 para 120kg/ha.

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No habría malas noticias si se fertilizara adecuadamente en vez de maximizar ganancias por todos los medios posibles. Además, el potasio genera una ecuación rentable. En la fotografía, Juan Manuel Orcellet evaluando plantas de maíz.

En el tratamiento testigo se evidenció menor desarrollo vegetativo, menor productividad y rendimiento equivalente al 50% del fertilizado con 60kg/ha, lo que revela la importancia de este elemento en condiciones de seca.

En estos ensayos, las mayores respuestas también estuvieron asociadas con ambientes de baja productividad.

En función de las experiencias desarrolladas, García concluyó que “en la Mesopotamia hay respuesta a la fertilización en suelos con menos de 172 partes por millón de potasio intercambiable como base para las recomendaciones.

Para quienes prefieran utilizar rangos, García dijo que “por debajo de 150ppm hay probabilidad de alta respuesta, mientras que con más de 200ppm la chance de respuesta es baja”.

Malas noticias para la costa del Uruguay

Las mediciones efectuadas demostraron que los suelos peor provistos de potasio se ubicaron cerca de la costa del rio Uruguay, en tanto que los próximos al Paraná muestran valores más altos.

En una publicación del INTA Concepción del Uruguay, de diciembre de 2021, el coordinador técnico de Fertilizar, Andrés Grasso, había especificado que la zona de deficiencia en Entre Ríos es la que se encuentra bordeando la Ruta Nacional 14, de sur a norte.

En la región pampeana los resultados fueron diferentes. En ensayos en Pergamino, Balcarce y el sur de Córdoba, las respuestas fueron menores y más erráticas.

Como promedio de tres campañas, hubo respuesta en dos ensayos de diez en maíz y en tres de diez en soja. La respuesta más errática sería consecuencia de mayores contenidos de potasio en el suelo.

Estrategias de fertilización

En función de los resultados obtenidos en los ensayos, García recomendó que los productores hagan análisis de suelo para detectar eventuales deficiencias en sus lotes.

Si encontraran valores bajos, convendrá fertilizar en función del rendimiento objetivo.

En ese sentido, dijo que “la cuenta del potasio en el suelo era abundante en el pasado, pero en los últimos años se va reduciendo, lo que obliga a muestrear los suelos antes de la siembra, sobre todo en los primeros 20cm”.

También recomendó monitorear el contenido de calcio y magnesio del suelo, porque niveles altos interfieren en la absorción de potasio por las plantas.

Con respecto a la distribución del potasio en el territorio, dijo que, en general, hay altas posibilidades de obtener respuesta a la fertilización potásica en la Mesopotamia, sobre todo en los campos ubicados más al este de las provincias de Corrientes y Entre Ríos.

En la región pampeana las respuestas son variadas, en función del contenido del elemento en el suelo. En Tucumán también se han detectado zonas con bajo contenido de potasio luego de muchos años de cultivo de caña o de citrus.

El potasio genera una ecuación rentable

Al evaluar el resultado económico de la práctica, García fue categórico al decir que “con contenidos edáficos menores a 170 partes por millón, el agregado de potasio como fertilizante genera una ecuación rentable, al tiempo que contribuye a un buen desarrollo del cultivo”.

El cloruro de potasio vale 1200US$/t. Una aplicación de 120kg/ha, exigiría una inversión del orden de 144US$/ha, que se paga con la respuesta obtenida en los ensayos, por ejemplo de 650 kg/ha de trigo en la Mesopotamia.

A modo de conclusión, García dijo que “la deficiencia de potasio la actualidad no es una realidad desesperante, pero se debería monitorear cada lote sin ignorar su importancia, con un criterio distinto del que podía utilizarse hace 20 años”.

Mientras tanto, los técnicos van a seguir explorando y aprendiendo sobre un tema que, indudablemente, dejó de ser irrelevante.

Fuente: La Nación, Fertilizar e INTA Concepción del Uruguay

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