Trata laboral: rescatan a personas en una forestación de Los Charrúas
Las víctimas se encontraban aisladas y en condiciones infrahumanas: debían dormir en una casilla que contaba con tres camas hechas con tronco, un solo colchón, sin agua potable y escaso alimento. En el caso, la Fiscalía Federal solicitó la detención del presunto responsable.
Apedido de la titular de la Fiscalía Federal de Concepción del Uruguay, María Josefina Minatta, el pasado 3 de noviembre el juez federal subrogante Federico Martin ordenó un allanamiento dentro de un campo ubicado en El Duraznal, en inmediaciones de Los Charrúas (Departamento Concordia), en el marco de una investigación por trata de personas con fines de explotación laboral.
Como producto del operativo, tres personas fueron rescatadas, una de ellas adolescente. Además, la fiscal Minatta solicitó la detención del presunto responsable.
Las víctimas son oriundas de la provincia de Misiones y, según su declaración, se encontraban en el lugar hacía más de un mes cuando fueron contratados para realizar actividades de desmonte.
De acuerdo a lo que relataron, habían sido trasladadas en un remís desde su ciudad de origen y luego les descontaron el precio de la única paga que les habían realizado por las labores en el campo forestal.
El procedimiento estuvo a cargo del Grupo Operativo de Investigaciones y Procedimientos del Escuadrón 4 “Concordia” de Gendarmería Nacional Argentina.
También participó personal del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre), de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y profesionales del Programa de Rescate y Acompañamiento a las Víctimas de Trata del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
El caso se había iniciado el jueves 2 de noviembre luego de una denuncia recibida por Gendarmería Nacional por parte de un supervisor de AFIP, a quien lo había llamado una de las víctimas.
Como consecuencia, la fuerza de seguridad derivó la consulta a la fiscalía, que inició la investigación y ordenó tanto la verificación de la existencia del lugar como la identificación de las presuntas víctimas.
El allanamiento y el rescate
Para acceder al lugar, había que ingresar desde un camino de ripio que se encontraba en mal estado debido la lluvia que había azotado la zona en los últimos días.
Ello dificultó el acceso incluso a la propia fuerza de seguridad que circulaba a bordo de una camioneta Ford Ranger 4×4 y cuyos efectivos tuvieron que caminar durante un trayecto de 3 kilómetros a pie, atravesando arroyos y pequeños esteros hasta llegar al lugar indicado.
Al arribar al campo, una de las víctimas los estaba esperando en la tranquera de ingreso, en forma desesperada ante las condiciones en las que se encontraban.
Los damnificados se encontraban aislados y sujetos a condiciones de extrema precariedad: estaban alojados en una casilla rústica de madera con un techo de lona de aproximadamente 3×2 metros. El lugar contaba con tres camas precarias hechas con troncos y solo tenían un colchón mojado.
Tampoco tenían agua potable: debían recolectar agua de lluvia para beber.
Respecto a la situación alimentaria, les habían proporcionado un bolsón de comida al principio del mes, cuya cantidad no coincidía con la cantidad de personas y además les descontaban su costo a los trabajadores.
Por otro lado, se constató que el lugar se encontraba expuesto a la intemperie y, dado las condiciones climáticas de la última semana, con el techo de nylon con roturas, sufrían el constante ingreso de agua.