Arroz blanco: Condenaron a un oncólogo por integrar una banda que impregnaba cocaína en los granos
Se dispusieron penas de hasta 10 años de prisión a 13 integrantes de una organización narcocriminal internacional desbaratada en 2015, cuando fueron interceptados 40 kilos de cocaína ocultos en un cargamento de arroz.
A las penas las dispuso el Tribunal Oral Federal 5 de Buenos Aires.
Entre los condenados está el médico oncólogo rosarino Gabriel Esteban Zilli, quien recibió 8 años de prisión por contrabando de droga y tenencia de arma de fuego y en cuya casa del barrio de Arroyito de Rosario se preparaban los granos embebidos en cocaína para ser exportados.
Aquel procedimiento fue el último de una serie en la que se habían secuestrado diversas cantidades de drogas en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que sumaron otros 95 kilos. En Rosario los procedimientos se hicieron en la casa del médico Zilli, ubicada en Víctor Mercante al 1100, a metros del shopping Portal de Rosario; en un depósito fiscal de la zona oeste y en el puerto local donde se almacenaba la carga antes de ser enviada a África y Europa.
El fiscal general Diego Velasco acreditó en su alegato que los hechos estuvieron a cargo de una organización integrada mayormente por ciudadanos colombianos pero también argentinos, ecuatorianos y guatemaltecos.
Según dio a conocer el portal www.fiscales.gob.ar, el tribunal integrado por José Valentín Martínez Sobrino, Adriana Palliotti y Daniel Horacio Obligado se reunió de forma para llevar adelante la deliberación de manera remota y leer el fallo. Tras rechazar a la totalidad de los planteos de nulidad formulados por las distintas defensas, los magistrados dieron a conocer el veredicto cuyos fundamentos serán leídos el 7 de septiembre próximo al mediodía.
Las penas
De acuerdo al fallo, las penas alcanzaron a los ciudadanos colombianos Germán Marín López, condenado a 10 años de prisión por tentativa de contrabando de exportación agravado, tenencias de estupefacientes con fines de comercialización y asociación ilícita; Edilberto Vargas Fernández, 9 años por contrabando de exportación y asociación ilícita; Carlos Olmedo Silva Cárdenas, 8 años por contrabando de exportación y asociación ilícita; el médico rosarino Gabriel Esteban Zilli, 8 años por contrabando de exportación y tenencia de arma de fuego; los colombianos Williams Triana Peña y Mario Alberto Lara Guerra, a 7 años y 6 años de cárcel respectivamente por integrar la asociación ilícita; el también colombiano José Ramírez Cuartas, quien cayó en la casa del médico rosarino, a 5 años de cárcel por contrabando de exportación y asociación ilícita; Víctor Camargo López y Diana Suárez Heredia, recibieron una pena de 4 años y medio por asociación ilícita; el colombiano Jorge Trujillo Sánchez, fue penado con 4 años por asociación ilícita; los argentinos Juan Alberto Banesevich y Juan Carlos Ojeda recibieron 4 años y medio de cárcel el primero por contrabando de exportación agravado y 4 años el segundo por asociación ilícita; y el colombiano César Macías Loor la pena de 3 años y medio por asociación ilícita.
Asimismo fueron absueltos los colombianos Wilmar Valencia Estrada, Eugenio Ardila Angulo, Carlos Pardey Rozo y Carlos Potez Ramírez como también el argentino Guillermo Heisinger, quienes llegaron al debate por integrar la misma banda.
El grupo narco fue desbaratado tars una extensa investigación que dio sus frutos el 17 de septiembre de 2015 cuando efectivos de Gendarmería Nacional secuestraron en el puerto de Rosario 40 kilos de cocaína ocultos en un cargamento de arroz. A partir de escuchas telefónicas y tareas de inteligencia, el operativo se trasladó a la casa del oncólogo Gabriel Zilli, en el barrio de Arroyito donde se secuestraron cuatro kilos de cocaína ocultos en un cieloraso y que según él estaban destinados a aliviar los dolores de sus pacientes terminales.
Pesquisa
Los estupefacientes tenían como destino Marruecos y las islas de Guinea Bissau (en África occidental) desde donde, supuestamente, se reenviaban a Europa. La pesquisa había comenzado en 2011 a partir de información brindada por la Policía Nacional de Colombia y la Comunidad de Policías de América (Ameripol) que advirtió sobre el funcionamiento de una organización ligada a la narocriminialidad conformada mayormente por ciudadanos colombianos.
En representación del Ministerio Público Fiscal actuaron el fiscal federal Federico Delgado en la instrucción de la causa con asistencia de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) y de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac). El entonces juez federal Sergio Torres estuvo a cargo de la causa en la cual se pudo detectar, además, la exportación a España y Nueva Zelanda de cocaína.
Asimismo, el 14 de agosto de 2014 la División Drogas de la Dirección General de Aduanas interceptó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza un poco menos de un kilo de cocaína oculta en envases de ketchup que portaba un pasajero que intentaba viajar hasta Bangkok, capital de Tailandia. En otro procedimiento, realizado el 17 de enero de 2015 en un departamento del barrio porteño de Palermo se secuestraron otros 85 gramos de cocaína en 79 dosis.
Durante su alegato, el fical Velasco había resaltado que los imputados utilizaron medidas de contrainteligencia para evitar ser descubiertos. En ese sentido, señaló que existió un “canal paralelo de comunicación” entre los miembros de la asociación ilícita a través de celulares BlackBerry para poder hablar puntualmente de las actividades narcocriminales. Dicha modalidad fue detectada por las escuchas de las conversaciones entre los acusados, que señalaban en múltiples ocasiones que las cuestiones importantes debían ser dialogadas a través de los “teléfonos negros”, aparatos que fueron hallados en posteriores allanamientos.
Otro de los elementos que caracterizaron a la asociación delictiva, según la Fiscalía, fue la estructura jerárquica con la cual funcionaba. En efecto, la exposición dio cuenta de la verticalidad y la coordinación instrumentada por los acusados que se encontraban en el estrado superior de la cadena de mando. (Fuente: La Capital).