Lucho, un concordiense que destila arte

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Luciano Romero, de Concordia, mantiene como hobby los dibujos y retratos. “De a poco fui mejorando hasta poder hacer unas lindas presentaciones”, contó.

Posee un talento superador que lo lleva consigo a través de un don que lo fue desarrollando mediante la práctica en base a prueba y error en el dibujo. Luciano “Lucho” Romero es un joven de 27 años, de Concordia, que volcó su admiración por la pintura en el papel y solo con el paso del tiempo considera que sus modelos van tomando una mejor terminación.

Además destaca que nunca concurrió a ningún curso relacionado para adquirir nuevas herramientas de técnicas de dibujo. Su pasión por esta práctica la descubrió a los 13 años y hoy solo lo plasma en el papel cuando despierta su inspiración. No obstante, Lucho –como lo conocen sus amigos– tiene un tanto relegada a esta práctica ya que sus horarios le impiden cristalizar sus conocimientos en el papel.

Las vueltas de la vida hicieron que este dibujante esté viviendo actualmente en Monte Caseros, Corrientes, donde desde hace siete meses está contratado por una empresa de gas para instalaciones domiciliarias. Pero Lucho destaca que su pasión por lo que le gusta lo sigue a todos lados. “Me salió la oportunidad y me vine a trabajar acá, la verdad que estoy muy cómodo descubriendo esta nueva ciudad. De todas maneras, cada tanto, los fines de semana voy a Concordia a ver a mi familia y amigos porque sin dudas que se los extraña un montón, más allá de que podemos tener contacto con las nuevas tecnologías”, expresó el joven, separado 336 kilómetros de su ciudad natal.

En Concordia, donde están su abuela y su hermano, dejó la mayor cantidad de trabajos que conserva con mucho cariño, ya que los considera sus obras de arte de un valor sentimental muy hondo.

En cuanto a sus comienzos en el arte, Lucho contó a Uno: “Yo arranqué a dibujar cuando tenía 13 años, en la época que empezó a salir la saga de Rápido y Furioso, ahí fue que me empezó a gustar el dibujo de los autos tuneados. Con el tiempo me empezaron a salir bien y más tarde empecé a incursionar en caricaturas, también relacionadas a los dibujos animados. Lo mismo me pasó, de a poco fui mejorando hasta poder hacer unas lindas presentaciones, se trató de mucha práctica. De ahí no paré más. Lo tomo como un hobby, pero se debe tener una disciplina para que se logre un buen dibujo terminado. De todas maneras, si tengo que elegir, diría que me gusta más hacer dibujos relacionados a los autos”, expresó.

En la medida que se iban conociendo los dotes artísticos de Lucho dentro del grupo de quienes tenían autos tuning, muchos le pidieron un diseño para sus autos y después los propietarios de esos vehículos volcaban la idea en vinílicos sobre las carrocerías. “Me pedían para hacer el diseño y yo con mis ideas se los hacía. Me daban una idea de lo que querían y yo se los dibujaba, para que después ellos lo plotearan de esa manera. Fueron muchos los pedidos que me llegaron en su momento”, destacó.

El automovilismo

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Luciano “Lucho” Romero

Además, Luciano se considera un apasionado del automovilismo y contó que ha hecho también varios dibujos de autos de competición, como también se animó a retratar a pilotos. Al mismo tiempo, durante la charla este artista se considera un fanático de Omar Martínez y hasta confió que su sueño más grande sería retratar al Gurí junto con su Ford campeón. “Soy fanático de los fierros. Soy fanático del Gurí Martínez, tengo una foto con él cuando vino a Concordia. Me encantaría algún día poder retratar al Gurí con el auto. Le hice un dibujo de su auto. Cuando lo vi en persona la primera vez no lo podía creer y se sacó una foto con todos los que estábamos ahí en los boxes”, destacó. Además se considera fan del Turismo Carretera y se lamentó que este año no pudo ir a mirar. “Desde que empezó a venir el TC a Concordia no me perdí ninguna carrera, solo que este año no se pudo ir por la pandemia, fue una lástima”, expresó.

Consultado sobre qué tipo de papel utiliza para sus obras y la modalidad de uso, Lucho contó: “Empecé con hoja chica, después fui probando con hojas más grandes, las de carpetas. Mientras que sea papel blanco yo me las arreglo con lo que sea. Mis ilustraciones son con lápiz y después con los colores de biromes diferentes le voy dando los detalles. Es todo un proceso que lleva su tiempo, pero lo hago con mucha dedicación”.

En cuanto al tiempo que le demanda un trabajo, explica que en dos días llega al concepto final. “Muchas veces depende de cómo me siento de arte. Capaz que me agarra en un día que estoy inspirado y en una noche termino el trabajo. Una vez que me pongo a dibujar me concentro en lo que hago y me olvido del mundo. Siento que ponerme a dibujar es como una terapia y te liberás de todo”, precisó.

Romero destaca que actualmente por sus tiempos laborales no se hace lugar para dedicarse a la pintura, por lo que reconoce que lo tiene un poco fuera de órbita, pero no descarta que en cualquier momento tome un lápiz y un papel para volver al ruedo. “El último trabajo que hice fue de una camioneta Chevrolet F100. Quedó en pleno armado porque no la terminé de pintar. Te diría que hace como un año atrás que hice mi último dibujo, los tengo un poco abandonados, ja. Mi trabajo por ahí me demanda mucho tiempo y no le estoy dedicando nada ahora. De todas maneras no quita que en cualquier momento retome, porque es algo que uno lo lleva adentro”, dijo. Entre sus obras de arte suma más de 40 dibujos en su archivo: “Conservo todo, desde los primeros dibujos que empecé cuando era chico hasta los últimos”.

Tuneo

Por entusiasmo de sus amigos, Lucho expuso sus retratos en los encuentros de autos tuning que se han realizado en Concordia y así muchas personas conocieron su arte. “En la exposición de Fierreros Concordia que se hizo en el Parque Liquidambar llevé mis dibujos para exponerlos y muchos me pidieron que les hiciera retratos.

Por una cuestión de tiempo hice cinco y los vendí a todos. Había más chicos a los que les gustó mi trabajo y me pedían si les podía hacer por encargue”, describió, y agrega que en varias ocasiones recibe propuestas de jóvenes que quieren personificar su auto y recurren a su creatividad. “A veces me piden que se los dibuje para después ellos plotearlos, pero a mí se me complica con los tiempos de mi trabajo porque sentarse a dibujar y hacer algo bien presentado lleva su tiempo”, dijo. Durante la charla recordó los trabajos de presentación sobre vehículos reales que posteriormente adquirieron el mismo diseño, mediante el ploteo con vinílicos. “Cuando hice el primer diseño de un auto fue en un Golf de la cerveza Heineken. Se empezó a conocer que era yo quien le había hecho el diseño y comencé a hacer varios más. Todos los días me pedían que les hiciera un diseño diferente para sus autos porque se habían enterado de mi trabajo. A ese mismo auto que lo hice por primera vez le cambiamos el diseño por segunda vez y terminamos haciendo una copia del auto de Rally Mundial del Red Bull, que tenía colores blancos con azul y rojo. También hice un Gol con un diseño distinto, con un número 74, colores azul y gris en los laterales. Esos fueron algunos de los que hice”, indicó.

Por otra parte, no descarta en volver a presentarse en otro tipo de exposiciones, que incluso no solo esté ligado al fanatismo por los autos preparados, sino que esté relacionado a alguna feria en el cual su arte también esté calificado. Este joven concordiense es consciente del talento que tiene, pero considera que lo suyo pasa por desempeñarse como un aficionado del dibujo, en el que no descarta seguir descubriendo nuevas facetas, pero eso solo el tiempo lo dirá.

Lucho cuenta que para sus creaciones posee una mesa escritorio regulable para diseño gráfico, además de sus elementos para llevarlo a cabo, como lo es el papel, lápices y biromes. Con pocas cosas su dedicación al dibujo está presta a iniciarse. Consultado sobre si estas técnicas logran perfeccionarse con el tiempo, explicó: “Todos me dicen que yo lo tengo como un don. Por ejemplo, ahora con las nuevas tecnologías, voy mirando el dibujo en el celular y ahí voy sacando las formas. Nunca fui a perfeccionarme ni nada de eso”.

Romero volvió a destacar que sentarse a dibujar saca lo mejor de sí y lo transporta a un mundo lleno de ideas, sumado a la concentración y la precisión. “Es algo que a mí me gusta, ahora lo tengo abandonado pero sentarme a dibujar es un relax para mí. Siento que si tuviste un mal día, con la creación de un dibujo te hace olvidar todo lo que viviste ese día. Es que en ese momento soy solo yo y los dibujos. Cuando empiezo a dibujar se arma un clima muy especial porque debe reinar el silencio, no me gusta que nadie me hable, ni siquiera que me vayan diciendo qué hacer. Tiene que haber un silencio total porque es así cuando uno saca a relucir lo mejor”, finalizó Lucho, que durante la charla, volvió a recordar su fanatismo por el Gurí Martínez y manifestó el deseo de expresar su caricatura y regalarle su obra.

La técnica del dibujo a lápiz

El dibujo a lápiz es una técnica de dibujo tradicional que a los artistas les gusta usar para bocetos y borradores y, más raramente, para dibujos detallados. La aplicación de pintura gris brillante es típica.

Los dibujos a lápiz detallados requieren mucha mano de obra porque se dibujan línea por línea. A pesar de su especial efecto pictórico, rara vez se ejecutan. El dibujo a lápiz se utiliza principalmente en diseño gráfico o como técnica mixta con acuarelas.

Esta técnica se popularizó en Europa en el siglo XVI con los dibujantes del Renacimiento, entre ellos Alberto Durero. A partir de ese momento el dibujo a lápiz se popularizó para los arquitectos y constructores por la posibilidad de trabajar directamente con un cuaderno en cualquier parte y realizar sombra, cuadrículas y otras técnicas con el mismo elemento.

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