Preocupa a Uruguay la competencia citrícola argentina ante la guerra en Ucrania
El director general de la Granja del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Nicolás Chiesa, expresó su temor de que problemas para el ingreso del citrus argentino a Rusia, ante la guerra en Ucrania, lo redireccionen hacia Europa y Estados Unidos, en directa competencia con la fruta uruguaya.
Las declaraciones del funcionario oriental fueron recogidas por La Mañana y efectuadas en el marco de apreciaciones relacionadas con la adquisicion de la empresa Citrícola Salteña (Caputto) por parte de la firma estadounidense Frutura.
Sobre este último punto, sostuvo que a Caputto – tradicional empresa con sede en Salto (Uruguay)- “la compró Frutura, una empresa de capitales que se dedican a la producción de fruta. En el Gobierno queríamos preservar la empresa como unidad”, y se logró.
Frutura Uruguay, la ex Caputto
Citrícola Salteña (Caputto), que pasó a llamarse Frutura Uruguay, fue vendida por un monto de U$S 36 millones aproximadamente. El año pasado, la firma tiene una participación mayoritaria en Agrícola Don Ricardo, en Perú, que produce uvas, cítricos, arándanos y paltas, y es dueña de las empresas estadounidenses, Dayka & Hackett, que produce uvas, cítricos, duraznos, mangos y paltas en el Valle de California; y de TerraFresh Organics, que opera en EEUU, México y en varios países de Latinoamérica. En Chile es dueña de Subsole, el mayor exportador chileno de uvas a mercados globales. Otros cultivos incluyen cítricos, kiwi, aguacates, cerezas y granadas.
En el mes de diciembre de 2021, el presidente del banco República, Salvador Ferrer, anunció la venta de Citrícola Salteña, indicó en aquel momento que los activos estarían valuados en más de 72 millones de dólares y que la base para la licitación sería del 50% del valor de los mismos.
Sobre empresa dijo que era un emprendimiento citrícola vital para Salto, al cual estaban vinculados más de 2.000 trabajadores. Caputto era el principal exportador en su rubro, con datos de setiembre último. En el pasado llegó a facturar 40 o 50 millones de dólares y, en los últimos años, unos 25, aproximadamente, según expresó.
Entre los activos adquiridos se destacan 3.000 hectáreas con plantaciones citrícolas (naranjas, limones y mandarinas, principalmente), 1 planta de empaque de fruta para exportación y una planta de procesamiento de fruta cítrica para la producción de jugos de alta calidad ubicada en la ciudad de Salto. Sus principales destinos de exportación eran Europa, América del Norte y del Sur, Oriente Medio y el Sudeste Asiático.
Contó que en “en un primer momento se pensó liquidarla, pasar todo a remate, vender el packing, los campos y que estos pasarán o no a otra producción, pero decidimos que no. Caputto tiene sentido si se preserva como unidad y por eso el Banco República y todo el Gobierno apostó mucho a mantener y apoyar la empresa para que se mantuviera hasta que apareciera un inversor grande. Intenciones hubo muchas; pero, cuando había que bajarlas a tierra, las iniciativas no eran viables y por eso se demoró llegar a la solución”.
Ahora Frutura tomó el control. “Es una empresa de capitales americanos”, que recientemente invirtió en Chile, y tiene producción en Estado Unidos y Perú. “Se dedica a la producción de fruta y apuesta a eso. La información que tenemos es que va a hacer inversiones fuertes en Uruguay”, señaló el funcionario.
A su juicio, otro dato positivo es que “la gerencia que asumió tiene experiencia en Uruguay, conoce la producción de cítricos, conoce la idiosincrasia de producir en Uruguay que como todo tiene sus particularidades y complicaciones propias que la hacen distinta a otras partes del mundo”.
Todo bien en Uruguay, el mal viene de afuera
Para el funcionario, debido a las bondades que ve en la adquisición de la firma citrícola y a la reconversión que habría hecho de Caputto, es de esperar que no surjan problemas en ese sentido. Los desafíos tienen otro origen que no es Uruguay ni la empresa en sí: “Uruguay es un país exportador, produce más cítricos de lo que consume, pero la guerra en Europa complica porque Rusia compra grandes volúmenes a nuestros competidores como Sudáfrica o Argentina, entonces ¿qué va a pasar con la situación citrícola?”, se preguntó.
La respuesta a eso la vamos a tener pronto, “pero puede pasar que estos países no puedan vender sus cítricos a Rusia y lo ofrezcan a nuestros mercados que principalmente son Europa y Estados Unidos, y si toda es fruta se desvía a esos mercados los precios van a bajar. Eso más las complicaciones de los fletes internacionales que son carísimos, tenemos un año desafiante para la exportación cítrica”.