Quejas contra el SENASA: citricultores perdieron la paciencia y salieron a pulverizar langostas
Parte de la manga se asentó en quintas del departamento Federación y algunos productores apelaron a sus turbinas para matarlas. Anoche, las langostas estaban en Colonia La Gloria, en una quinta de cítricos ubicada en inmediaciones del acceso a la capital departamental.
Luego de los dos fallidos operativos coordinados por los técnicos del Senasa, al caer la tarde de este miércoles varios citricultores del departamento Federación salieron a pulverizar sus quintas por cuenta propia, sin asesoramiento técnico ni mucho menos receta agronómica, según se informa en la página web de la Federación del Citrus de Entre Ríos.
La decisión la adoptaron luego de que una parte de la manga de langostas, que ingresó a Entre Ríos el último domingo, volviera a la zona de Colonia La Paz/Colonia La Gloria, donde esta mañana, por razones climáticas, no se pudieron hacer las aplicaciones aéreas de cipermetrina que estaban programadas.
Temerosos por la presencia de las langostas y cansados de lo que consideran ineficacia de los técnicos oficiales, los productores apelaron a sus propias turbinas y procedieron a realizar las aplicaciones.
“¿Y qué querés que hagamos? ¿Que esperemos a que los señores del Senasa se decidan a actuar? Si los esperamos, las plantas se quedan peladas. Hace cuarenta días que las vienen siguiendo y no las pueden encontrar, y, cuando las encuentran, se les vuelan. En dos días se les escaparon dos veces”, se escucha decir a un productor en un mensaje de whatsapp al que tuvo acceso este portal. “No se puede creer tanta incompetencia”, agrega, y, no sin ironía, clava el puñal: “Eso sí… para cobrar los viáticos son rápidos”.
En otro whatsapp, otro productor admite que, ante las demoras en las aplicaciones coordinadas por el Senasa, “hay que actuar rápido y dejarse de joder”, y remarca: “No se puede entender que en pleno 2020 no puedan controlar una manga de langostas… es increíble”.
Preocupación de apicultores
Apicultores de la zona en donde están las langostas, por su parte, como era previsible, salieron a protestar ante la posibilidad de que las aplicaciones –las oficiales que aún no pudieron concretarse y, sobre todo, las que realizan algunos productores por su cuenta– dañen sus colmenas y provoquen mortandad de abejas.
Mientras, al cierre de esta nota, estaba programada una nueva reunión del comité técnico del Senasa para decidir las acciones a seguir ante la presencia de los acridios en Entre Ríos.