Uno de los cuatro gendarmes identificados en Malvinas era de Entre Ríos

alt="en la imagen puede verse una placa de homenaje de la Gendarmería Nacional con la imagen del cabo Carlos Misael Pereyra, uno de los cuatro gendarmes enterrados en una tumba común"
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Cuatro gendarmes que estaban enterrados en una tumba común en el Cementerio de Darwin fueron identificados y uno de ellos era oriundo de la localidad entrerriana de Maciá: se trata del cabo primero Carlos Misael Pereyra.

Identificaron a cuatro gendarmes que estaban enterrados en una tumba común del Cementerio de Darwin: son el subalférez Guillermo Nasif, el cabo primero Marciano Verón, el cabo Carlos Misael Pereyra y el gendarme Juan Carlos Treppo, que estaban enterrados en la tumba C.1.10.

Concluye así el Segundo Plan Proyecto Humanitario, realizado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) con la ayuda del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

“Cuatro soldados argentinos solo conocidos por Dios, incluyendo al 1er alférez Ricardo Sánchez”, decía la placa de la fosa C.1.10 antes de que la Comisión de Familiares de Malvinas emprendiera la reforma del cementerio de Darwin. La refacción instauró un nuevo epitafio: “Héctor Walter Aguirre-Mario Ramón Luna-Julio Ricardo Sánchez-Luis Guillermo Sevilla”. Pero el Plan Proyecto Humanitario 1 descubrió que tres de esos combatientes estaban enterrados en otras tumbas. Se necesitó un nuevo Plan de Proyecto Humanitario (PPF2) que llevó adelante el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) junto al Equipo de Argentino de Antropología Forense (EAAF) para saber a quiénes pertenecían los restos hallados en una fosa común del Cementerio de Darwin.

Cuatro gendarmes

Los cuatro nuevos identificados son el subalférez Guillermo Nasif, el cabo primero Marciano Verón, el cabo Carlos Misael Pereyra y el gendarme Juan Carlos Treppo. Por su parte, del 1er Alférez Ricardo Julio Sánchez, inhumado en la tumba C.1.10 y ya identificado, se pudo confirmar fehacientemente la identidad. También se reasociaron restos óseos del Cabo Primero Víctor Samuel Guerrero, quien se encuentra inhumado en una tumba individual del mismo cementerio. Los 6 gendarmes murieron en combate en el mismo evento.

Las nuevas cuatro identificaciones del PPH2 se suman a las 115 del PPH1, llegando así los 119 ex combatientes de Malvinas -que antes figuraban como “Sólo conocidos por Dios”- que ahora una tumba con su nombre donde homenajearlos. En el caso de las cuatro últimas identificaciones, las familias ya recibieron la notificación del hallazgo. Según un comunicado de Cancillería, los mismos expresaron su voluntad respecto del lugar de descanso de sus familiares en el Cementerio de Darwin: en algunos casos han preferido que los restos de sus familiares permanezcan juntos y en otros han optado por tumbas separadas.

“Lo encontramos, ahora va a poder descansar en paz”

Así indicaron miembros de la familia del cabo primero -post mortem- de Gendarmería Carlos Misael Pereyra, uno de los excombatientes de Malvinas identificados este martes. “El dolor va a estar siempre pero por lo menos sabemos dónde está”, indicó Elsa Beatriz Cremona, su viuda.

La familia del cabo primero -post mortem- de Gendarmería Carlos Misael Pereyra, uno de los excombatientes de Malvinas identificado por el Comité Internacional de la Cruz Roja, expresó su “alegría” y “mezcla de emociones” tras conocer la información que les fue notificada este martes.

“Está ahí, lo encontramos, ahora va a poder descansar en paz”, dijeron en diálogo con Télam Elsa Beatriz Cremona, su viuda, y Marcos, uno de sus tres hijos, desde la ciudad entrerriana de Concepción del Uruguay, donde viven.

Según contó Elsa, la información de la identificación de los restos les fue comunicada a través de una videoconferencia, a poco más de 39 años del conflicto bélico.

“Tenemos una mezcla de emociones. Lloramos, nos desahogamos. Es una noticia linda, a pesar de todo. El dolor va a estar siempre pero por lo menos sabemos dónde está”, contó aún emocionada Elsa.

La viuda del gendarme identificado destacó el “respeto y el cariño” con el que las autoridades de Cancillería y del CICR trataron a los familiares durante todo el proceso.

“Nos gustaría poder ir una vez más a las islas para ver la tumba con su nombre”, añadió Marcos, de 43 años, oficial de la Policía de Entre Ríos, que tenía apenas 4 años cuando su padre se fue a la guerra.

En 1982, Carlos Pereyra tenía 25 años y se convirtió en uno de los 42 efectivos de Gendarmería que fueron convocados a la guerra de Malvinas. Para entonces, luego de haber estado destinado en Corrientes y Córdoba, se encontraba en el escuadrón 36 de Esquel, Chubut, viviendo en esa ciudad junto a su esposa Elsa y sus hijos Verónica, de 5 años, y Marcos, de 4.

Cuando se fue a la guerra, en el vientre de Elsa ya llevaba dos meses de gestación Carlos, quien nació en diciembre de 1982 sin conocer a su papá. Justamente fue él quien aportó su muestra de sangre al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) para que ahora los restos de su padre puedan ser identificados y su familia pueda concluir el duelo en paz.

Además de Pereyra, fueron identificados los restos del subalférez Guillermo Nasif, del cabo primero Marciano Verón, y el gendarme Juan Carlos Treppo.

Además de las 4 identificaciones, se confirmó la identidad del primer alférez Ricardo Julio Sánchez y se reasociaron restos del cabo primero Víctor Samuel Guerrero.

Así lo informó este martes el EAAF, en cuyo laboratorio de Córdoba fueron identificados los restos de los excombatientes.

alt="Los hijos Carlos Misael Pereyra en Darwin"
Los hijos Carlos Misael Pereyra en Darwin.

Quién era Carlos Misael Pereyra

Nació el 18 de diciembre de 1956 en Maciá (departamento Tala) y a los 4 años viajó a Concepción del Uruguay con su familia. Hijo de Antonio Misael Pereyra y Margarita Capurro, era el sexto de diez hermanos.

Estudió en la Escuela N° 88 Buenos Aires pero terminó la primaria en el Colegio Don Bosco. Desde los 7 años ayudaba en la panadería de su familia y a los 14 comenzó a trabajar en ese rubro.

Se casó con Elsa Beatriz Cremona el 9 de enero de 1976 y el 14 de septiembre del mismo año nació su primera hija Verónica (actualmente gendarme). Pereyra trabajó en una empresa constructora y en octubre de 1977 ingresó al Escuadrón 6 de Gendarmería, donde hizo el curso de gendarme.

El 18 de enero de 1978 nació su segundo hijo Marcos (que se incorporó a la Policía de Entre Ríos). Ese año fue destinado a Paso de los Libres, provincia de Corrientes.

En 1980 fue trasladado a la Escuela de Suboficiales de Gendarmería en Jesús María, Córdoba. Estudió y se recibió de cabo, obteniendo el mejor promedio.

En 1981 lo trasladaron al Escuadrón 36 de Esquel, Chubut. El 27 de mayo de 1982 fue convocado y salió de su hogar hacia Comodoro Rivadavia. Dos días después llegó a Malvinas.

Había volado en un avión al ras del mar, según contó él mismo por carta a su mujer. El 30 de mayo fue el bautismo de fuego de Gendarmería.

Él iba en un helicóptero Puma llevando provisiones y armamento, salieron de Puerto Argentino y cuando sobrevolaban la península Fresinet, fueron alcanzados por un misil tierra-aire.

El helicóptero –en el que viajaban 15 personas– perdió el control y luego logró aterrizar, pero al hacerlo murieron seis gendarmes, entre ellos Pereyra. La Gendarmería tuvo siete bajas durante el conflicto bélico.

Aunque en ese momento Carlos no lo sabía, su mujer estaba embarazada de su hijo varón, Carlitos, que nació el 17 de diciembre de 1982, un día antes del cumpleaños de su padre. No se encontraron restos ni pertenencias debido a la explosión. Luego de la guerra fue elevado su rango a cabo primero (post mortem). “Le gustaba su trabajo” contó Elsa a El Miércoles.

“Fue convencido de lo que hacía, no le gustaba que vayan los colimbas, se sentía mal y estaba en desacuerdo, decía que a la guerra debían ir los que cobraban un sueldo y tenían instrucción”, añadió. Carlos Pereyra, su hijo, se recibió en 2005 de subalférez.

En 1991 Elsa y sus tres hijos pudieron ir por primera vez, en un viaje organizado por la Cruz Roja Internacional, y visitaron el cementerio argentino de Darwin, bajo un régimen de máxima seguridad.

El 12 de marzo de 2000 su hija Verónica viajó pero con mayores libertades y pudo recorrer Puerto Argentino.

Su mujer lo recuerda como alguien “muy alegre y jovial, nunca estaba de mal humor, vivía haciendo chistes y bromas. No se enojaba con sus hijos, era peor que los gurises, inclusive ante las necesidades y problemas económicos abría la puerta y decía: ‘¡Qué lindo día!’”. También da su opinión: “Él cobraba un sueldo por defender al país, y le tocó morir. Me gustaría que pase a la historia porque era un gran padre y no un San Martín… Muchas veces se agranda o exagera la historia y a los jóvenes hay que contarles la verdad”.

En 2016, se emplazó en el Escuadrón N°6 de Gerdarmería Nacional, en Concepción del Uruguay, un busto de Carlos Misael Pereyra, en su conmemoración. La obra estuvo a cargo del escultor Mario Morasán y el acto de inauguración con la presencia de familiares, autoridades y uniformados.

Misión en Malvinas

30 de mayo de 1982. Los gendarmes tenían la misión de infiltrarse detrás de las líneas enemigas. Debían ocupar puestos en cinco alturas e informar con antelación las maniobras de los enemigos desde cercanías al Monte Kent, custodiado por las fuerzas británicas. El Grupo Alacrán no llegó nunca a destino. Un misil lo hizo caer. La nave no se estrelló pero en tierra comenzó a incendiarse. Estaba repleto de material explosivo. La evacuación debía ser rápida. El gendarme Gumersindo Acosta logró sacar a tres compañeros que habían quedado atrapados entre las llamas, antes de que la nave explotara.

Murieron el 1er alférez Ricardo Julio Sánchez, el subalférez Guillermo Nasif, el cabo primero Marciano Verón, el cabo primero Víctor Samuel Guerrero, el cabo Carlos Misael Pereyra y el gendarme Juan Carlos Treppo. Tres meses después de la finalización de la guerra, el coronel británico Cardoso recogió los restos humanos alrededor del helicóptero caído que, según creyó en ese momento, correspondían a cuatro soldados, entre los cuales sólo pudo identificar por su placa al 1er Alférez Ricardo Sánchez, y los enterró en una tumba común en Darwin, la denominada actualmente C.1.10.

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