Para Frigerio, se definió un esquema “de cara al Pacto de Mayo”

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Los gobernadores de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, y de Tucumán, Osvaldo Jaldo, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, hablaron tras la cumbre entre el gobierno nacional y los mandatarios provinciales y se mostraron optimistas por el diálogo establecido, tanto que el entrerriano dio una suerte de resumen de lo charlado: “Dejamos definido un esquema de trabajo de cara al Pacto de Mayo”.

Por su parte, el ministro del Interior, Guillermo Francos, expresó: “Hay acuerdos para avanzar con la propuesta del presidente”.

Francos admitió que hubo gobernadores que plantearon la restitución del Fondo del Incentivo Docente (Fonid) y del Fondo Compensador del Transporte, que fueron cortados por la Casa Rosada.

“En esos temas no nos pusimos de acuerdo, porque son competencia de las provincias”, advirtió el ministro del Interior.

En ese sentido, Frigerio agregó: “Fue una buena reunión, dejamos definido un esquema de trabajo de cara al Pacto de mayo y con la idea de avanzar en el Congreso respecto de la nueva Ley de bases, en los puntos donde había más consenso”.

Otro de los oradores en conferencia de prensa fue Osvaldo Jaldo, gobernador de Tucumán: “Esto tiene que ver con profundizar el diálogo con el gobierno nacional. Hoy se nos entregaron diferentes puntos de la ley bases”. Y agregó: “Queremos que al gobierno nacional le vaya bien porque, si le va bien, nos va a ir bien a todos los argentinos”.

El encuentro

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Rogelio Frigerio consideró que entre el gobierno nacional y los gobernadores se definió un esquema “de cara al Pacto de Mayo”.

Previamente, los ministros que Javier Milei eligió para reencauzar las relaciones con los partidos políticos dialoguistas, recibieron este viernes por la tarde a los representantes de las provincias en la Casa Rosada. Por la provincia de Santa Fe, concurrió la vicegobernadora Gisela Scaglia, ya que el gobernador Maximiliano Pullaro no viajó, en el marco de la ola de violencia que no da tregua en Rosario.

Para el gobierno nacional, que emitió un comunicado, “se trató de una reunión extensa y productiva, en la que se expresó un consenso mayoritario sobre los principales puntos de la Ley de Bases”.

El objetivo principal del Gobierno es aprobar sin dilaciones, sobre todo, las privatizaciones y las facultades extraordinarias para el Ejecutivo. Y a cambio les entregarán fondos a través de un nuevo pacto fiscal que alivie las cuentas de los mandatarios. Para escuchar sus reclamos y plantearles propuestas a cambio de apoyo a la ley Ómnibus reversionada.

El ministro de Economía, Luis Caputo, el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, coordinaron la invitación a los gobernadores para iniciar el camino hacia el Pacto de Mayo.

El encuentro tuvo lugar una semana después de la convocatoria del primer mandatario en la Asamblea Legislativa al resto de la clase política, a cambio de un nuevo pacto fiscal que alivie sus cuentas y con vistas a firmar un acuerdo de 10 puntos de consenso básicos en mayo.

Los gobernadores peronistas se reunieron antes para acordar el discurso frente a los funcionarios de Javier Milei, que no participó de la cumbre. En ese encuentro previo, los mandatarios de Unión por la Patria (UP) convinieron “reclamar las deudas de las provincias, no avalar la restitución de Ganancias y sugerir un impuesto a los grandes ingresos”.

Los encargados de llevar el diálogo fueron el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, pero a último momento sumaron al Secretario de Hacienda, Carlos Guberman; del Interior, Lisandro Catalán; y al Secretario Ejecutivo de Gobierno, Jose Rolandi.

Los mismos, intentaron buscar una diagonal para conseguir respaldo legislativo para aprobar sus reformas. El primero comandó por primera vez un encuentro de estas características, en un intento de Milei de lograr mayor “prolijidad” en la discusión. Lo cual es una forma de admitir que el primer tramo de las conversaciones, entre enero y febrero, fue al menos desordenado.

El gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, llega a la Casa Rosada.

Según afirmaron el porteño Jorge Macri y el chubutense Ignacio Torres al cabo del encuentro, el Gobierno propuso reflotar la Ley Bases y restituir la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias, pero un grupo de gobernadores se opuso a esta segunda posibilidad.

En tanto, acordaron armar dos comisiones: una para identificar los pedidos de las provincias y una segunda para establecer los proyectos que la Casa Rosada enviará al Congreso.

Las pretensiones libertarias

El Gobierno pretende con los gobernadores un intercambio sencillo: acordar un paquete de fondos para las provincias a cambio de apoyos políticos para reimpulsar la ley Bases. Si bien en la Casa Rosada dicen que Milei quiere resucitar la ley ómnibus “completa” (con sus más de 600 artículos originales) lo cierto es que la intención del gobierno libertario es hacer pasar el corazón económico del proyecto.

Es decir, los capítulos vinculados a las facultades delegadas al Poder Ejecutivo, las privatizaciones, la reorganización administrativa del Estado, las desregulaciones económicas y la reforma en hidrocarburos y el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI).

A ese paquete, la gestión de Milei quiere sumarle una nueva fórmula jubilatoria, que implicaría una actualización por inflación desde la sanción de la ley (es decir que no contemplaría la licuación de los haberes de los últimos dos meses).

El Gobierno también quiere introducir el capítulo de la reforma laboral que estaba en el DNU y fue frenado por la justicia a partir de un planteo de la CGT. El objetivo es neutralizar los frenos que encontró el decreto de necesidad y urgencia mediante la sanción del capítulo del trabajo vía ley.

Esos son los puntos que el Gobierno pretende llevarse como parte del “preacuerdo” del Pacto de Mayo, una escala intermedia para luego habilitar la discusión sobre los diez “mandamientos” que enunció Milei el 1º de marzo y que quiere que sean firmados en Córdoba el día patrio.

A cambio -”como gesto de buena voluntad”, dijo Milei- el Gobierno habilitaría la discusión sobre el pacto fiscal con los gobernadores, a los que les viene retaceando fondos desde el día uno.

El punto más conflictivo es el del método para revertir la caída de la coparticipación que tuvieron las provincias con la reforma del impuesto a las Ganancias que impulsó Sergio Massa (y votó el presidente actual) en plena campaña electoral, que eliminó la cuarta categoría del gravamen e hizo que 800.000 asalariados dejaran de pagar el tributo.

La Casa Rosada quiere restituir los fondos coparticipables mediante la reposición de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias. Y rechaza compensar a las provincias con otro mecanismo, como el impuesto al cheque o la coparticipación del impuesto PAIS, como pidieron los mandatarios en enero.

Milei quiere compartir con los gobernadores el costo político de restituir el impuesto que pesa sobre los salarios, dado que será un golpe al bolsillo para la clase media con mayores ingresos.

El asunto tiene una dificultad adicional, vinculada a la retroactividad. Francos señaló el jueves que, si no se subsana la ley, el Gobierno quedaría en condiciones de cobrar el Impuesto a las Ganancias de forma retroactiva por defectos en la ley que impulsó el exministro de Economía.

Advirtió que, si no se acuerda la corrección de ese punto en el Congreso, un grupo de empleados técnicamente quedaría en deuda con el fisco, porque surgirían diferencias entre el impuesto determinado para todo el año y la suma de los montos descontados mensualmente, porque hubo cuatro meses de 2023 en los que el impuesto no se cobró.

Quiénes concurrieron

Los gobernadores entraron puntuales a la Casa Rosada. Estaban citados a las 14:45 y exactamente a esa hora empezaron a ingresar, uno por uno, a través de la explanada, para luego desplazarse por el Salón de los Bustos y subir las escalinatas que los llevaban al Salón Eva Perón.

En orden, pasaron Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Hugo Passalacqua (Misiones), Claudio Poggi (San Luis), Rolando Figueroa (Neuquén), Leandro Zdero (Chaco), Carlos Sadir (Jujuy), Marcelo Orrego (San Juan), Jorge Macri (CABA), Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Melella (Tierra del Fuego); Sergio Ziliotto (La Pampa); y Axel Kiciloff (Buenos Aires), que estaba acompañado por su jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y puso fin al cruzar el portón de acceso a las especulaciones sobre su ausencia.

En una segunda tanda llegaron Ignacio Torres (Chubut), la vicegobernadora de Alfredo Cornejo, Hebe Casado (Mendoza), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Alberto Weretilneck (Río Negro).

Y, sobre la hora del encuentro, previsto para las 15, pasaron Teresita Madera, vice de Ricardo Quintela (La Rioja); Gisela Scaglia, vicegobernadora de Santa Fe, que decidió faltar a último momento por por una urgencia de seguridad local pero no dejó de mandar un representante; el vice de Gildo Insfrán (Formosa), Eber Solís; Claudio Vidal (Santa Cruz); y Gustavo Valdes (Corrientes). Apenas tarde llegaron Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Gustavo Sáenz (Salta), los tres norteños peronistas con mayor afinidad con Milei, ansiosos por que se apruebe el Régimen de Grandes Inversiones (RIGI) para fomentar las industrias locales.

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