Kovadloff invitó, en Concordia, a pensar qué significa habitar la Tierra

La presencia del filósofo Santiago Kovadloff a lo largo de todo el desarrollo del II Congreso Internacional de Bienes Raíces, organizado por el Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios de Entre Ríos y realizado el fin de semana en Concordia, y su disertación en el cierre – en la que invitó a pensar en cómo habitamos la Tierra- realzó una agenda que durante dos jornadas concitó gran interés.

Desde el inicio de las actividades, el pensador formó parte del auditorio que luego siguió con atención su exposición en la que ponderó las temáticas analizadas en relación con lo que debía entenderse por progresar, salir del lugar donde no queremos estar y consecuentemente realizar acciones para ello.

Habló de la Tierra como un ser vivo y marcó que cuando tengamos la posibilidad de responder de quién es la Tierra, podremos cuidarla entendiéndola como nuestro hogar.

La disertación también tuvo párrafos referidos a la vocación y a las distintas miradas que se habían expuesto a lo largo de las actividades, lo que hace posible ampliar la propia.

“En este congreso el problema es la habitabilidad; digamos que estamos todos buscando domicilio, pero lo mío es plantear el domicilio en la Tierra y la pregunta en torno a si somos buenos inquilinos del planeta que nos ha tocado o creemos que es nuestra, una casa que nos han sido dada circunstancialmente para habitarla y tal vez no sabemos hacerlo. La conciliación entre la ampliación del campo habitacional y la preservación de la tierra es fundamental, pero así como hay que comprender que somos ciudadanos o deberíamos serlo, también hay que pensar nuevamente qué significa habitar la Tierra”, dijo sintetizando su exposición.

Con relación a la posibilidad de asistir a lo largo de todo el Congreso, expresó: “Me despertó mucho interés la invitación a participar de este Congreso. Por razones -yo diría- socialmente claras, la demanda del pensamiento filosófico por parte de entidades o de profesiones que están en apariencia alejadas de las humanidades o de la Filosofía, dejó de sorprenderme porque la Argentina, a partir del año 2001, entró en una crisis de valores muy profunda y la demanda de respuestas ante la imposición de preguntas insoslayables en torno al sentido de la experiencia comunitaria, la relación entre ética y política, entre ética y eficacia laboral empezó a abundar y comenzaron a hacerme propuestas de intervención en ámbitos no convencionales.

“De modo que inscribo esta propuesta del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios de Entre Ríos en ese marco de la tentativa de ampliar el campo de la concepción de lo que es la capacitación profesional. Para mi es un aprendizaje también porque yo de esta profesión prácticamente no sabía nada, más que como ciudadano que alguna vez buscó alquilar un departamento o comprar una propiedad; pero en este congreso he oído meditar en torno al significado de esta profesión, a la necesidad de ampliar el campo de su operatividad, de infundirle a quienes la ejercen una formación culturalmente más amplia y lo cierto es que todo eso me encantó”, concluyó el filósofo.