Pescadores Unidos de Benito Legerén: el río el Uruguay les dio una oportunidad

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A partir del trabajo cooperativo este grupo de pescadores de Concordia agregan valor a su productividad de alimentos que venden al público.

Cansados de ver cómo sus horas de esfuerzo y dedicación río adentro eran cada vez menos retribuidas a la hora de comercializar sus piezas, un buen día decidieron dar un golpe de timón y darle valor agregado a su propia actividad. Desde hace seis años se constituyó la Cooperativa de Pescadores Unidos de Benito Legerén en Concordia, la cual tuvo como objetivo principal evitar intermediarios y tener el trato directo, cara a cara, con el comprador.

Se trata de una zona tan cara a los afectos de los nostálgicos y a los recuerdos de la Concordia productiva porque la zona de Benito Legerén tuvo sus épocas de esplendor por décadas con el Frigorífico Yuquerí, en el cual muchas familias vieron cristalizar sus sueños, pero un buen día en la década del 80 las puertas se cerraron y tuvieron que reinventarse. Muchos optaron por este recurso del río Uruguay y a tantos otros la vida los llevó por caminos distintos.

Actualmente la cooperativa, que nuclea a los pescadores, cuenta con la presencia de 17 personas, de las cuales 10 son pescadores y el resto efectúa el trabajo posterior de limpieza, despinado y realizan alimentos en base a pescados, en fin le agregan valor a su producción propia.

El Yaca de Benito Legerén

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Fabio “Yaca” Galli, presidente de la cooperativa de Pescadores Unidos de Benito Legerén.

En el populoso barrio de Benito Legerén es casi una referencia hablar del Yaca. Fabio Galli es un pescador artesanal que a los 49 años le pone todo su empeño a esta profesión, ya que la lleva en sí mismo desde cuando era un muchacho de apenas 15 años. El abuelo de Yaca fue quien empezó con la pesca y lo siguieron su padre, sus tíos y primos, por lo que heredó esta profesión de quienes lo formaron no solo en la pesca, sino también en la vida.

Otro de los legados que le dejaron sus antecesores fue no solo el amor y el respeto al río, sino el arte de la construcción de barcazas de madera, que hasta hoy lo hace para quienes se lo piden. Pero además de toda la pasión que despierta el sentarse horas y horas dentro de un bote río adentro, también aprendió el cuidado por el recurso natural, tan bastardeado con el paso de los años. “Si no hay amor por lo que uno hace, nada es posible y también se tiene que cuidar porque es nuestra fuente de trabajo. Todos los botes que tienen los pescadores los hago yo”, describió a Uno. Y agregó con un acento mesurado: “Por ahí se te va la vida sin darte cuenta, como amás tanto al río, por ahí se te pasan los años volando y no te das cuenta… y ya fue. En el río arrancamos el lunes, volvemos a nuestras casas el martes, volvemos el miércoles y así se va pasando la semana”.

Este pescador de modales muy generosos destaca que su campamento está montado en la zona de Puerto Yeruá, allí tienen su infraestructura para luego llevar el sustento diario a unos 20 kilómetros hasta Benito Legerén. Actualmente son épocas de dorados, patíes, bagres en todas sus variedades, ya sea amarillo, blanco, sapo.

Abusados por el acopiador

En una larga charla sobre este emprendimiento del cual han tenido la oportunidad de ver cómo se abrían muchas puertas al ser tocadas, Yaca relató: “Lo nuestro comienza acobardados del famoso acopiador, aquél que tiene plata, se abusa del pescador y después revende los pescados. Tomé la iniciativa, como para poder salir de ese lugar. Hubo una persona que me alentó y me habló de los principios de la cooperativa. Al principio no se entendía mucho, entonces averigüé, me interioricé del tema con Amalia Cossi, que es licenciada en cooperativa y ella nos abrió la mente para poder avanzar. Había sido una tarea sencilla. Primero hay que entenderse, hay discusiones y ponerse de acuerdo, por suerte eso ya lo superamos”.

Yaca destacó que los primeros tiempos de la constitución de la cooperativa no fueron para nada sencillos, ya que se trataba de un barajar y empezar de nuevo. “Había desconfianza. Yo soy abierto a mucha gente, pero no todos los pescadores pensamos igual. El pescador a veces es muy cerrado y es difícil sacarle una palabra. Primeramente tuvimos que manejar ese tema, de poder hablar con los pescadores y hacerles entender cuáles eran los beneficios. Fue muy difícil. Inclusive, hay gente que estuvo en la cooperativa, pero no supo entender los requisitos y al final se terminaron yendo”, contó.

Al mismo tiempo, el pescador narró cuáles son las virtudes de constituirse dentro de un grupo de trabajo y puso de ejemplo su propia experiencia. “Un beneficio muy importante, que yo siempre se lo recalco a todos los pescadores es que se fijen en mí. Soy una de las personas con muchos más años dentro de este rubro, pero nunca en la vida conseguí nada. Se hablaba de mí como el mejor pescador de la zona de Legerén, pero no quedó más que en eso. Entonces yo mismo les preguntaba a mis colegas, ‘¿qué consiguió el Yaca como gran pescador de Benito Legerén como la gente dice?’. Nunca consiguió nada. Entonces al estar formado como cooperativa el Estado te ve de otra manera. Hemos recibido gran apoyo por parte del Estado, tenemos una sala de elaboración terminada, conseguimos freezer, un motocarro para distribuir lo que hacemos. Ahora estamos a un paso de recibir un cheque para comprar una camioneta con equipo de frío, tres motores fuera de borda. Recibimos anzuelos, piolas, tanzas, muchísimas cosas”, destacó.

La sala de elaboración habilitada desde hace un tiempo está acondicionada para que dentro de poco se ponga en funcionamiento una cámara frigorífica, la cual les permitirá conservar en gran volumen la mercadería del río. “Nosotros vendemos directamente al público, porque la idea era salir de las ventas a pescaderías y acopiadores. Ya tenemos a nuestros clientes, que los hemos ido ganando con el correr del tiempo. Además de vender en mi casa, donde es la cooperativa, hacemos un reparto a domicilio una vez a la semana. La gente se va acostumbrando a comprarnos a nosotros porque nunca le hemos fallado, así se va ganando la confianza de los clientes”, resaltó.

Capacitaciones

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Los integrantes de la Cooperativa de Pescadores Unidos de Benito Legerén han dado frecuentes capacitaciones.

La Cooperativa de Pescadores Unidos de Benito Legerén está siempre en el oído popular de la región porque en los últimos años han sido partícipes de diferentes festivales y encuentros gastronómicos, claro está previo a lo que fue el inicio de la pandemia. “Hemos estado dando capacitaciones de despinados, talleres de botes. Hemos estado en Paysandú y Salto (Uruguay), Gualeguaychú, Chaco, Corrientes, por todos lados”, dijo Yaca, quien también se mostró agradecido a las casas de estudios que le brindan su apoyo: “La Facultad de la Alimentación, el INTI, INTA siempre nos están acompañando. Inclusive, seguimos en el programa del Piri Hué –una red de comercio–, todo nos sirve”.

Durante la charla sobre el mundo del pescador y su pasión por el río, Galli no quiso dejar de resaltar el trabajo de las mujeres a la hora de aportar su granito de arena en esta gran pirámide productiva. “Con mi señora estamos juntos hace 22 años y me acompaña en todo esto. Las demás, por ejemplo la hermana de un pescador y otras chicas, son compañeras del barrio que vieron el trabajo que hacíamos y se engancharon”, destacó.

Habilitación provincial

Por otra parte y en función de seguir pensando en el progreso del grupo de trabajo, Yaca manifestó que tienen en mente otro paso más que sería fundamental para quienes viven de esta profesión. “La idea es conseguir la habilitación provincial, cuando hay muchos pescados en Concordia se complican las ventas. Sería bueno tener ese permiso para poder salir a repartir el pescado en la provincia”, confió.

Al respecto Galli también fue crítico de una situación que muchas veces termina afectando a quienes viven de esta actividad desde hace muchos años. “Hoy en día todo el mundo es pescador, cualquiera agarra la caña o un bote y sale al río, pero no hay control de eso. Cuando se nos critica, se nos critica a nosotros porque somos visibles como cooperativa. Es una locura que a un pescador que vive de la pesca, se le prohíba la caña por ejemplo, tenemos la caña prohibida dentro del bote. La caña no está contemplada para el pescador artesanal. En tiempos de verano hay muchísimas cañas en el río y nos arruina el mercado a nosotros”, precisó.

Por último, Yaca consideró que este tiempo de pandemia vieron disminuir sus ingresos, pero mantienen la esperanza en lo que vendrá… es que el pescador es así, paciente y optimista por naturaleza, ante cualquier clima o situación que se presente. “Me animo a decirte que nos afectó mucho porque para todos está feo, pero supimos manejar la situación, nos defendemos y creemos que ya vendrán tiempos mejores para todos”, finalizó.

Un lugar sinónimo de pesca

Yaca hizo un apartado de lo que es el barrio en la zona sur de Concordia porque “si se nombra a Benito Legerén se lo asocia a la pesca”. Pero rápidamente Galli aclaró: “Era lugar de pesca con ese gran cebadero que había del Frigorífico Yuquerí, por supuesto que se pescaba mucho. Pero cerró el frigorífico y se murió Legerén, como el río en esa parte”.

No obstante aclara que los pescadores se acercan a los pozos en la zona, donde allí encuentran los mejores recursos. “Se saca pescado en Legerén solo cuando el río está crecido a 10 o 12 metros, sino no hay nada”, contó.

Y cuando se habla del cuidado del río y la preservación de las especies, en los últimos días Prefectura Naval Argentina informó que desde el inicio de este año hasta la fecha, se realizaron un total de 22 procedimientos por infracción a la Ley de Pesca, con la incautación de 4 mil metros de redes de espera, 250 metros de espineles, cañas/reels, líneas de mano y anzuelos. “Son gente sin escrúpulos, no saben lo que están haciendo, no se dan cuenta del daño que están cometiendo. Debería haber más custodia del recurso para que no pase esto”, enfatizó.

La Cooperativa de Pescadores

El proyecto consiste en generar valor agregado a la producción, es decir, que con el mismo nivel de captura que tienen –sin necesidad de incrementar la cantidad de peces– se incremente la renta que le queda a los pescadores de su trabajo a través de procesos de agregado de valor como el despinado y el fileteado, y con otros procesos, como pueden ser recetas para el desarrollo de hamburguesas, procesos de ahumados y escabeches.

También, la Cooperativa de Pescadores Unidos de Benito Legerén busca planificar la producción y las ventas, porque con lo que se va acopiando en los periodos en los que hay mayores niveles de captura se puede ir produciendo y almacenando para que en los momentos de veda o cuando disminuye el nivel de capturas, se cuente con un acopio de producción que permite que en esos tiempos se continúe generando ingreso.

La cooperativa fue declarada de interés para la Dirección General de Recursos Naturales mediante la resolución 865/16 DGRN por la labor desarrollada en el agregado de valor a los productos de la pesca y ha sido considerada un ejemplo a seguir por el resto de los emprendimientos asociativos en la provincia de Entre Ríos.

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