Juntos por el Cambio en cruzada anti Grabois en Concordia

En el Concejo Deliberante de Concordia se debatió la aprobación del convenio que posibilitará avanzar con la formalización del esquema de trabajo a implementarse en el Centro de Procesamiento de Residuos del Campo del Abasto, a través de un acuerdo con la cooperativa de trabajo “Mundo Reciclado”, cuya devolución al Concejo en Comisión fue aprobada, por unanimidad, sobre tablas, a instancias de los concejales de Juntos por el Cambio.

La marcha atrás del Expediente 27245, enviado desde el Departamento Ejecutivo Municipal, se produjo luego de algunos cruces entre los concejales oficiliastas que expusieron y la oposición de los ediles de Juntos por el Cambio.

Parte de una gran transformación

«Lo que se planteó en el Concejo es el aval al convenio que permite a estos trabajadores hacerse cargo de las tareas de reciclaje en el Abasto», sintetizó al respecto el concejal oficialista Juan Domingo Gallo.

«Esta cooperativa está conformada por los mismos hombres y mujeres que antes trabajaban precariamente revolviendo la basura en el predio. Ahora se los organizó, se formó una cooperativa y un esquema de trabajo digno, solidario e igualitario. Porque la cooperativa está organizada, cumple con todos los requisitos y está en condiciones de operar. Lo que se pide es que los concejales opositores tengan en cuenta que esto es parte de una gran transformación que beneficia a toda la región y que consideren el componente social y cultural de este proceso, porque realmente le cambia la vida a la gente. Pero ellos eligieron el camino de la politización del tema y de la oposición por la oposición misma nada más, así que no se pudo avanzar», detalló el edil.

«Juntos por el Cambio no quiere que se termine el cirujeo»

Por su parte, la concejal Claudia Villalba, también de la bancada oficialista, explicó que «esta obra tiene un componente social muy fuerte, no solamente en relación a la gente que trabaja en la planta sino también porque hay una guardería para los niños y niñas de los integrantes de la cooperativa. Algo que es sumamente necesario para la contención, el abordaje de su salud y su educación. Un cambio que era tan esperado por la comunidad y en especial por quienes residen en esta zona de la ciudad».

«Este convenio, lamentablemente, no se pudo aprobar por una decisión del bloque de concejales de Juntos por el Cambio, claramente a través de una postura política con la que no permiten la amplición de derechos y la mejora de las condiciones laborales de todo este grupo de trabajadores. Es decir, Juntos por el Cambio no quiere que se termine el cirujeo y que la gente trabaje dignamente», fustigó.

“No se pudo aprobar hoy; pero creemos que se va a tratar en futuras sesiones. Ellos dicen que tiene que aprobarse por dos tercios, nosotros decimos que no. Pero se habló del tema con el intendente Enrique Cresto y el intendente resolvió que es mejor que lo dirima la justicia, así que volvió a comisión”, concluyó la concejal oficialista.

Respeto a las formas o animadversión a Grabois

Precisamente, para no aprobar el convenio, la bancada opositora apeló a una interpretación reglamentaria en torno a cómo debe aprobarse un convenio de estas características.

En este sentido, desde Juntos por el Cambio remarcan que la justicia debe expedirse a través de una acción aclarativa de certeza porque sostienen que el convenio deber ser aprobado por los dos tercios de los presentes en la Sala de Sesiones del Concejo Deliberante.

En cambio, desde la bancada oficialista opinan que con los votos que reúnen en el bloque es suficiente.

No obstante, subyace otra cuestión a la explicitada por los concejales de Juntos por el Cambio y es la de que la cooperativa «Mundo Reciclado» aparece ligada al candidato presidencial Juan Grabois.

Sobre el particular, cabe recordar que en agosto del año pasado, el bloque de concejales opositores había presentado un Pedido de Informes al Departamento Ejecutivo Muncipal de Concordia para solicitarle que se aclarase «la situación del contrato de comodato del inmueble de calle Libertad y Concejal Veiga denominado `Planta de Transferencia de residuos zona sur´ celebrado con la cooperativa `Mundo Reciclado´».

Dicho pedido de informes, se dio a conocer tras «los reclamos y las movilizaciones que se han sucedido en los últimos días respecto de movimientos sociales pertenecientes a cooperativas de trabajo como «Mundo Reciclado», dirigida por el Sr. Juan Grabois», según se lee en dicho texto.

Entonces, resulta claro que tras la cuestión reglamentaria existe también una preocupación de larga data referida a la presencia de Grabois, tal cual se explicita en una publicación en las red social Facebook de la concejal Elizabet Redolfi, de Juntos por el Cambio, donde justifica por qué su bloque no votó favorablemente por «el convenio que dejaba en manos de la cooperativa `Mundo Reciclado´, manejada por Juan Grabois y con sede en Buenos Aires, el trabajo de reciclado en Campo del Abasto, cuya refuncionalización se logró a través de un financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo».

De acuerdo a esta publicación, los ediles opositores consideran que el convenio que volvió al Concejo en Comisión «les entrega la planta, les abona $2.300.000 por mes, ajustable por inflación, además de ropa y equipamiento para los trabajadores, un encargado por turno, los gastos de energía, mantenimiento, entre otros puntos como ser un plan Construyendo Trabajo para cada uno de los cooperativistas, más un plus y lo producido por la venta de todos los materiales reciclables. La pregunta de Juntos por el Cambio es: ¿A cambio de qué? Sólo de la nomina de personas que trabajarán, nombre, apellido y DNI ¿Si esto no es una entrega?».

Un gerente de la pobreza

Además, en la página de la concejal en la mencionada red social se precisa que «ellos mismos (los oficialistas) lo dicen en el articulado, que es un comodato.

Costó mucho, incluso vidas, tener una planta de separación de residuos y disposición final. Nos costará a los entrerrianos pagar este crédito internacional, para regalarla sin ningún beneficio aparente a un `gerente de la pobreza´, sin ningún beneficio expreso para los trabajadores ni para los concordienses».

Más adelante, se expresa que con el convenio de marras «no se amplían los derechos a los trabajadores porque cobrarán un plan social y un plus, sólo se le está garantizando un negocio a Juan Grabois cuya fama es conocida por todos» y agrega que «lo correcto hubiese sido una licitación pública, cuestión que el Ejecutivo obvió desde el primer momento, sin argumento alguno».

Una licitación, aduce la publicación «habría otorgado mayor transparencia a la hora de establecer condiciones que desde nuestro lugar se hubiesen evaluado e intervenir en el caso de que no se llegarán a cumplie» y agrega que «además, con este convenio, quedan afuera aquellas familias concordienses que realizaban el trabajo de reciclaje durante años en el lugar, sin darles la posibilidad de lograr una formalidad que sí pretenden ahora».

¿Rayano en la ilegalidad?

También, el texto critica que el expediente enviado al Concejo en Comisión «contaba con gruesas desprolijidades porque no queda claro si es en comodato o un convenio; sin son empleados o cooperativistas. También había algunas cuestiones que rayaban la ilegalidad si no que expliquen los concejales oficialistas por qué estuvieron alrededor de 50 minutos trabajando en el emprolijamiento del mismo».

Por último, se indica que “entendemos que por la naturaleza de lo que se está votando, se requiere una mayoría agravada de dos tercios de la totalidad de los concejales”.